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EL GRUPO BRICS NO QUIERE SABER NADA DE CUBA

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Por Jorge Sotero

La Habana.- El castrismo no sabe a dónde agarrarse. No pierde oportunidades en sus intentos de asirse al brazo de cualquiera que lo pueda sacar del lodazal donde se ha metido. Y a sus dirigentes no les importa hacer el ridículo una y otra vez. Lo del intento por entra al grupo BRICS será apenas un capítulo más.
Desde que los caudillos de La Habana se enteraron de que el grupo formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, piensa analizar, en la cumbre que sostendrán del 22 al 24 de agosto en la ciudad sudafricana de Johannesburgo, el ingreso de nuevos miembros, no han dejado de insistir en formar parte del mismo, a pesar de que la isla caribeña no reúne ni la más mínima de las condiciones para entrar en el mismo.
No es Cuba el único país que pretende entrar. De Latinoamérica buscan su ingreso, entre otros, Argentina. Venezuela, Bolivia, Honduras y Nicaragua, según declaraciones recientes de la cancillería sudafricana, aunque ninguno de ellos tiene opciones reales de formar parte de la organización económica, porque incumplen muchos de los postulados, uno por las volátiles situaciones políticas de sus respectivos países, y otros porque no tienen mucho que aportar.
Entre esos que no tiene nada que aportar, económicamente hablando está Cuba, cuyo balance comercial con China es casi inexistente, además de que tiene deudas pendientes con empresas de aquel país. En tanto con Rusia apenas llega a unos cientos de millones de dólares, en un intercambio comercial en el que Moscú pone la mayor parte de las mercancías y La Habana solo compra, porque tiene muy poco que ofrecer.
Pero la familia Castro, el ‘electo’ Miguel Díaz canel y el canciller Bruno Rodríguez, no cesarán en su empeño, porque saben que una vez dentro de los BRICS pueden encontrar ayuda, mediante el Banco nuevo que crearán. Pero insistir no quier decir que vayan a conseguir el beneplácito de las partes, ninguna de las cuales, ni Vladímir Putin ni Lula da Silva incluidos, les tienen la más mínima confianza.
Eso sí, el grupo podría ampliarse con la presencia de otros países, entre ellos Arabia Saudita, Egipto, Indonesia, los Emiratos Árabes o Vietnam, que figuran entre la amplia lista de candidatos que pujan por entrar.
Por América, por la presencia de grandes reservas de litio en el país, Bolivia podría ser el más fuerte de los candidatos, aunque sus vínculos comerciales con algunos de los cinco miembros es nula, y eso pesa en contra. La Paz no tiene nexo comercial alguno con la India ni con Sudáfrica.
También saben los miembros que en Bolivia son habituales las crisis políticas, y que cuando un gobierno nuevo asume en el Palacio Quemado, suele darle marcha atrás a todo lo hecho por el anterior, una razón de peso para pensarlo a la hora de otorgarle un asiento en la formación.
Y de Cuba, insisto, ni hablar. Solo si los líderes de BRICS fueran locos le abrirían los brazos al gobierno de La Habana, y no solo porque en el apartado comercial no tienen nada que ofrecer, sino porque están conscientes de que a la primera oportunidad comenzarán a pedir ayuda, en forma de créditos o donaciones, con la cual paliar la situación interna, que cada vez se torna más insoportable, aunque los dirigentes se hagan los de la vida gorda y pretendan ocultarla al mundo.

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