
EL GENERAL OSVALDO SÁNCHEZ, LA EMINENCIA GRIS DE LA REVOLUCIÓN
Por Esteban Fernández Roig ()
Miami.- La inmensa mayoría de los compatriotas no tiene ni la menor idea de quién fue este general cubano de la KGB soviética, pero, sin lugar a dudas, Osvaldo Sánchez fue uno de los personajes más misteriosos y siniestros que ha dado la isla de Cuba.
Y casi nadie sabía porqué el nombre de este cubano apenas se mencionaba, ni se menciona. Fue toda la vida un gigantesco enigma, nadie veía ni ve sus fotos.
Niño mimado de Joseph Stalin por su gigantesca y perversa labor a favor del comunismo internacional. Es decir, que ¡el tipejo era de ampanga!
Y ¿fue mártir de la revolución cubana? Bueno, mientras los cubanos nos hemos pasado más de 60 años interesados en saber si los hermanos Castro mataron a Camilo Cienfuegos (un don nadie comparado con Osvaldo Sánchez), lo cierto es que hemos ignorado que tres meses antes del desembarco de Playa Girón las ametralladoras “Cuatro Bocas” castristas derribaron la avioneta donde iba Osvaldo Sánchez.
¿Los hermanos Castro mataron a un subalterno? No, mis estimados lectores. Matar a sus testaferros y asesinar a sus enemigos, es algo común y corriente a través de la historia de Fidel y Raúl . No, ¡pulverizaron al Jefe de todos los jefes comunistas en Latinoamérica!
¿Ustedes ven lo bravucones que parecían ser el Che, Camilo, Ramiro, Almeida, Ameijeiras, Fidel y Raúl? Bueno, pues yo quiero que ustedes sepan que se ponían a temblar y a sudar frío ante la presencia del representante del Kremlin en toda América Latina.
Mientras ellos se iniciaban en la matanza, Osvaldo llevaba muchísimos años de matarife a nivel mundial.
Ojo: No fue Carlos Rafael Rodríguez el que hizo el pacto del Partido Socialista Popular con Castro en la Sierra Maestra, fue Osvaldo Sánchez quien le hizo comprender al aspirante a tirano la imperiosa necesidad de que se pusiera al servicio del comunismo internacional y de él en particular.
Fue Osvaldo Sánchez el auténtico creador del tenebroso G2 cubano y fue el artífice del Ministerio del Interior. Mientras los cubanos le echamos toda la culpa a Ramiro Valdés -que mucha tiene-, exoneramos por desconocimiento absoluto al verdadero arquitecto de todos los cuerpos represivos y de terror en nuestra patria.
Blas Roca, Lázaro Peña, Juan Marinello, Aníbal Escalante, Joaquín Ordoqui, Edith García Buchaca, y el PSP en pleno, eran solamente unos segundones, canchanchanes de Osvaldo Sánchez.
Ojo: De la misma manera, Vilma Espín era simplemente una figura decorativa en la “Federación de Mujeres Cubanas”, mientras la que verdaderamente cortaba el bacalao ahí era la esposa de Osvaldo Sánchez: Clementina Serra.
La eminencia gris era Osvaldo Sánchez, hasta que Fidel lo asesinó.