Por José Ángel García Veloso ()
Ciego de Ávila.- Mis amigos me dicen que me estoy inmolado inútilmente, que lo que escribo, no va a ser tenido en cuenta y que tal vez me pueda hacer daño.
Sobre lo primero debo decir que cada célula del cuerpo tiene su función. No podemos esperar que las neuronas y las celulas renales, cumplan iguales funciones. Entonces, ¿cómo yo podría sustituir a un decisor? A mí me corresponde cumplir mi función, a ellos la suya, y esto lo contesto con una estrofa del poema de Amado Nervo “Dios, hará lo demás”, que habla de una mujer imposible, pero que a pesar de que ella no lo quiere, él sigue intentando conquistarla.
¿Que es inútil mi afán por conquistarte?
¿Que no me quieres hoy ni me querrás…?
¡Yo me contento, amor, con adorarte!
Dios hará lo demás…
En cuanto a lo segundo, les digo que conozco de las limitaciones reales o aparentes que existen en nuestro país para pensar distinto, sobre todo, para decirlo, pero comprendo también, que de la única manera en que se puede transformar algo con lo que uno está inconforme, es utilizando los medios que tenga a su alcance para hacerlo.
Soy jurista, tengo la convicción de que el jurista tiene un gran compromiso social, creo que si consentimos los que nos parece incorrecto o injusto, no cumplimos ese compromiso. Sin dudas, yo puedo simular, como tanta gente lo hace, decir que es bueno lo que es malo o no decir nada, pero mi felicidad estriba en la sinceridad, si siento algo, tengo que decirlo. Tampoco la cordura es mi mejor cualidad.
En modo alguno pienso que lo que pienso, y lo que digo, es la verdad. Es mi verdad, la que percibo desde mi leal saber y entender, pero insisto en que es sincera, a mí nadie me instiga, ni sigo la línea de criterios de nadie, solo trato de no herir personas y que todo se pueda analizar desde la racionalidad y la concordia.
Pero lo que más me tranquiliza, es que el Estado y yo, hicimos un convenio, por el cual acordamos, en una de sus cláusulas, que: él me reconoce, respeta y garantiza la libertad de pensamiento, conciencia y expresión y yo me comprometí a no abusar de ese derecho, respetar a los órganos del Estado, el orden público, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las demás personas “pacta sunt servanda” los contratos se cumplen. Yo estoy cumpliendo, espero que el Estado cumpla tambien.
Post Views: 36