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Por Esteban Fernández Roig Jr ()
Miami.- Detesto hablar mal de una mujer, porque soy hijo de una, abuelo de otra y padre de dos, pero les juro que no hay nada que me enfurezca más que ver los alardes y ostentaciones de Lis Cuesta mientras nuestro país se desangra.
La súper descarada “Machi” se retrata en las redes sociales exhibiendo 20 lujosos y carísimos lentes Gucci y celulares de mil dolares…
Las plataformas digitales se han llenado de imágenes suyas con zapatos Mary Jane, vestidos de, y carteras de, piel de marcas como Carolina Herrera, Michael Kors, Louis Vuitton.
He leido los comentarios en “Ciber Cuba” sobre el reloj suizo que, según expertos en relojería, sobrepasa los 2,000 euros.
También ha sido vista con blusas y chaquetas que recuerdan modelos de firmas europeas como Zara o Massimo Dutti, aunque en versiones claramente importadas, no disponibles en el mercado cubano
Mientras la patria se cae en menudos pedazos, los edificios se derrumban, los escombros dan al pecho y los poquitos alimentos que logran conseguir los pobres cubanos se echan a perder dentro del refrigerador por la constante falta de corriente eléctrica.
Dice el medio aquel que durante la visita a China, parte de la gira oficial por Asia junto a Miguel Díaz-Canel, la llamada “no primera dama” de Cuba, Lis Cuesta Peraza, desató una nueva ola de críticas por el aparente contrasentido entre su discurso de entrega y la evidente opulencia de sus accesorios
No necesito mi “bola mágica de cristal” para predecir la próxima eliminación de Miguel Díaz-Canel y enviado a limpiar caca de murciélago en una de las cuevas del país junto a la Machi en harapos, recibiendo la totalidad de las culpas del desastre en la Isla.