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Por Redacción Deportiva
La Habana.- El FC Barcelona firmó hoy una victoria de esas que marcan carácter. Perdía 0-2 en el Ciutat de València ante un Levante inspirado, pero logró darle la vuelta al partido en el segundo tiempo para imponerse 3-2.
Los culés comenzaron desconcentrados, flojos en defensa, y vieron cómo Iván Romero abría el marcador a los 15 minutos. Poco antes del descanso, un penal transformado por José Luis Morales aumentó la ventaja granota y dejó al Barça contra las cuerdas.
El descanso fue un punto de quiebre. Hansi Flick, consciente del mal desempeño, movió piezas: sacó a Marcus Rashford, en su primer partido como titular, y dio entrada a Gavi y Dani Olmo. El aire fresco se notó desde el inicio de la segunda mitad, con un equipo más intenso, mejor posicionado y con hambre de remontada.
Apenas iniciado el complemento, Pedri recortó distancias con un disparo desde fuera del área que levantó al Barcelona. Tres minutos después, Ferran Torres, con una volea precisa, igualó el marcador. El 2-2 fue un golpe psicológico para el Levante, que pasó de controlar el partido a refugiarse en su área, temeroso de un Barça crecido.
El desenlace tuvo tintes de drama. En el tiempo añadido, Lamine Yamal desbordó por la derecha y lanzó un centro que, en su intento de despejar, Elgezabal terminó empujando a su propia portería. El autogol selló la remontada blaugrana y desató la locura en los jugadores visitantes, que habían pasado de la frustración al éxtasis en menos de 45 minutos.
Con esta victoria, el Barcelona suma seis puntos en dos jornadas y mantiene intacta su condición de candidato al título. Más allá de los tres puntos, lo de hoy refuerza una idea: este equipo, aunque frágil en ciertos momentos, tiene carácter y recursos para reaccionar en situaciones límite. Flick, que empieza a darle su sello al conjunto, se marcha con crédito renovado y la afición con una sonrisa cargada de ilusión.