UN DIA TURBIO EN EL HOMENAJE A LAS HEROÍNAS CUBANAS

Caibarién.- Cierto es que el día fue una bolsa de nylon con excrementos y no solo por la nostálgica lógica de las ausencias. ¡Menudo homenaje a las heroínas de esta historia!

Me duele el sacrificio, a veces baldío, en que pierden las horas. Casi logran ver el momento exacto en que la piel se va deteriorando, en que algunos miles de neuronas van sucumbiendo de stress, en que los jugos gástricos se convierten en lava volcánica y arrasan sus rutas internas.

Día triste el de ayer, a pesar de los intentos de esposos y descendientes. Día de búsqueda incesante y de hallazgos insuficientes.

Todo merecen y reciben migajas miserables, fruto de la extrema consagración de quienes las aman. Día oscuro, de hollín negro y pegajoso que se apodera de las marcas de sus manos y se cuela en las pequeñas cicatrices de quemaduras pasadas.

Día oscuro y cálido donde apenas cabe la luz de los amores y la brisa caprichosa que se suma al festín de las fatalidad.

Los besos que dimos ayer fueron pequeños, y poco pueden ante tanto acoso de la realidad. Día penoso de culpas ajenas y propias. Pocos brindis de auténtica alegría.

Día de malsanos juicios y menciones que opacaron lo magnánimo de ver la obra de una madre, aunque sea ajena. Día que sintió los pedidos de muchas madres de que terminara de una vez el día.

Mandamos nuestro amor y deseo de felicidad a las madres y ya ellas llevan demasiado tiempo esperándolos.