Por Edi Libedinsky ()
Buenos Aires.- La Peste Bovina («Rinderpest») (la palabra en alemán significa «peste del ganado») es una de las enfermedades animales más mortales jamás conocidas por el hombre. A lo largo de la historia, ha causado la muerte de incontables millones de cabezas de ganado, dejando hambruna y desesperación a su paso durante miles de años.
El virus de la peste bovina se propaga por contacto directo, agua contaminada para beber y a través del aire, y es casi 100% fatal, matando de manera espantosa a sus víctimas dentro de los 5-6 días posteriores al primer contacto.
El virus se originó en tiempos prehistóricos y a lo largo de la historia la enfermedad ha barrido periódicamente Asia, Europa y África.
Hubo al menos tres grandes brotes de la peste bovina en el siglo XVIII en Europa, el último de los cuales provocó la hambruna que contribuyó a la Revolución Francesa. A fines del siglo XIX, la peste bovina mató al 80-90% del ganado en África subsahariana, causando una vez más una hambruna mortal generalizada.
Pero afortunadamente, la historia de la peste bovina tiene un final feliz.
El científico veterinario inglés Walter Plowright dedicó su carrera profesional a la erradicación de la enfermedad. Como joven patólogo veterinario, se trasladó a Kenia, donde lideró un equipo de investigadores en el desarrollo de una vacuna contra la peste bovina.
A principios de la década de 1960, la vacuna contra la peste bovina que desarrolló se producía y administraba en todo el mundo, y a un costo mínimo. Con un costo total de menos de $3 millones, el proyecto de vacuna contra la peste bovina del Dr. Plowright eliminó por completo la enfermedad, impulsando la producción agrícola mundial en decenas de miles de millones de dólares y agregando más de 70 millones de toneladas de carne y más de mil millones de toneladas de leche a los totales de producción de alimentos en el mundo en desarrollo.
Gracias al trabajo del Dr. Plowright, la peste bovina se convirtió en la primera enfermedad animal en la historia en ser erradicada en todo el mundo.
Al otorgarle el Premio Mundial de la Alimentación en 1999, John Ruan, presidente de la Fundación del Premio Mundial de la Alimentación, dijo: «El Dr. Plowright debería ser considerado uno de los grandes héroes del siglo XX. Su desarrollo de la vacuna contra la peste bovina ha ayudado a salvar innumerables vidas, al tiempo que garantiza que nuestro suministro mundial de alimentos siga siendo abundante y seguro para las generaciones futuras».
Walter Plowright falleció en Londres, a los 86 años, el 19 de febrero de 2010
