Por Manuel Viera ()
La Habana.- No pasó nada. Era una actividad masiva, en un lugar público y en medio de la ciudad pero increíblemente ilegal y desconocida por los decisores.
No tenemos ningún problema: no eran niños corriendo con cuchillos y machetes. Eran lápices y libretas afiladas en sus manos. Y aquello estaba lleno de policías para evitar accidentes. Hasta los dirigentes del gobierno estaban allí, aunque no se ven porque los malintencionados los borraron de los vídeos.
Y como es algo sin importancia, dejamos la noticia para el final del noticiero. Todo es una campaña para desacreditar a la gloriosa Revolución. ¡Falso… todo es falso!
Ya sabía yo que esas imágenes no podían ser en la Cuba socialista, llena de valores, educación y buenas costumbres, y que eran imágenes de las pandillas en Haití. Allí, en Puerto Príncipe, ahora también se llaman como ‘aseres y consortes’.
¡En Cuba se apuesta por la recreación sana pero invisible!
Y recuerda crear tu propia felicidad por más que no la encuentres.
No creo nada. Y creo que ya lo he visto todo. Ya no controlo el asco. ¡Un parole, necesito un parole!
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