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Por Jorge Menéndez
Cabrils.- Anders Fogh Rasmussen va a proponer en el próximo consejo de la OTAN que Ucrania entre en la Alianza solo con los territorios que hoy controla. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sugiere esto como un arma de disuasión a Rusia.
De implementarse, se violarán los propios estatutos de la Alianza Atlántica, los cuales impiden a países en guerras incorporarse a la organización, en tanto tácitamente se le estará entregando a Rusia del territorio de Ucrania. Esto crea una nebulosa sobre cuáles serán los nuevos pasos y que no se sepa bien por donde van a ir los tiros (en sentido figurado, claro)
Mientras esto piensa la cúpula de la OTAN, algunos con sentido común en Estados Unidos y Alemania ya han dicho que la propuesta es descabellada por poner muy cerca un escenario de guerra entre la OTAN y Rusia, cosa que nadie desea.
Ucrania, a su vez, sigue presionando a la Unión Europea para comenzar las conversaciones de la adhesión al bloque continental, pero en este momento en la UE no hay consenso respecto a la ampliación, sobre todo por problemas de recesión en la Unión o crecimientos casi nulos, que no invitan a incorporar a nadie.
Ucrania específicamente tiene cuatro lineas rojas:
-Reforma incompleta del Poder Judicial.
-Corrupción a gran escala.
-Estado ruinoso de su economía.
-Debería recibir 186 mil millones de euros como país receptor de ayuda, que, de facto, lo convertiría en donante de ayudas.
Incorporar a Kiev representaría, además, la ruina del campo de la Unión Europea , pues es uno de los principales productores de cereales del mundo.
Visto así, creo que Vladímir Zelenski debe prepararse para una realidad muy cruda, la cual he denunciado muchas veces desde estas páginas.
A Ucrania solo la espera la propia Ucrania. Y es triste ver que ahora en Armenia se estén dando los primeros pasos que dio Ucrania, pero valdría la pena preguntarse para llegar ¿adonde?.
Si no te ayudas tú, estás muy jodido.