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YA TENDRÉ TIEMPO DE OPINAR DE… EMILIA PÉREZ

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Por Jorge Luis García Fuentes ()

Hermosillo.- Cuando vea a Emilia Pérez opinaré si se merecía o no el récord de nominaciones. Por el momento sólo voy a comentar sobre la pertinencia de poner a competir a Demi Moore con Karla Sofía Gascón.

Para empezar, en entrevista con Jordi Rosado, aseguró que por haber interpretado muy bien a un hombre y a una mujer, era la mejor actriz del mundo. Eso ya lo había hecho Dustin Hoffman (que sí es de los mejores) en Tootsie, sin necesidad de operación, y el Oscar se lo llevó Ben Kingsley.

Antes de su transición, Carlos Gascón no tenía el más remoto chance de llegar a una nominación de ese nivel.

No puedo decir que sea un caso similar al de la nadadora Lia Thomas o la boxeadora Imane Khelif, porque en actuación no se compite con hormonas —de hecho creo que no debería haber categorías por sexo en los concursos de actuación, sólo de especialidades y tipo de interpretación—, lo que sí puedo asegurar —o sea, especular— es que alguien tuvo una oportunidad virtualmente imposible y la aprovechó, consiguiendo el papel de su vida, y probablemente el único que se podrá destacar en su carrera.

No necesariamente porque los trans tengan muchas menos oportunidades notables en la industria, sino porque alguien que por un chiripazo llegó a los Oscars declare, así por sus (no lo voy a decir), que es la mejor actriz del mundo, tiene que ser una criatura tan arrogante y tan inflable que muy pocos la podrán soportar, menos trabajar con ella.

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