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Por Redacción Deportiva
La Habana.- El Chelsea logró su pase a semifinales del Mundial de Clubes con una victoria 2-1 frente a Palmeiras. El encuentro tuvo de todo: dominio inglés, empate brasileño, y un cierre marcado por la fortuna.
El conjunto londinense mostró desde el pitazo inicial una superioridad táctica y técnica. Monopolizó la posesión del balón y generó las mejores ocasiones de peligro. Esa insistencia tuvo premio al minuto 16. Cole Palmer rompió líneas, se quitó de encima a tres defensores y mandó el balón al fondo de la red con un remate ajustado.
Pese al dominio evidente del equipo inglés, Chelsea no supo liquidar el partido en la primera mitad. Christopher Nkunku tuvo una chance clarísima a los 34 minutos, pero la desperdició con un disparo desviado. Mientras tanto, Palmeiras lucía nervioso, sin profundidad ni claridad en los metros finales. Apenas inquietaron al arquero inglés antes del descanso, dejando claro que su planteamiento inicial no era suficiente ante un rival con jerarquía europea.
El complemento trajo sorpresas. Palmeiras reaccionó con coraje y en el minuto 53 logró el empate gracias a Estêvão, el joven prodigio de 17 años. Paradójicamente, él será jugador del Chelsea a partir del próximo año. Su gol —un derechazo al ángulo desde un costado— igualó el marcador. Esto revivió a los brasileños, que comenzaron a disputar el partido de tú a tú, ganando confianza en cada avance.
Pero cuando parecía que el empate iba a llevar el encuentro a la prórroga, Chelsea encontró el gol de la victoria de forma insólita. Malo Gusto, desde la banda, lanzó un centro aparentemente inofensivo al área; el balón rebotó en el defensor Bruno Fuchs y terminó colándose en propia puerta. Ese autogol, al minuto 83, sentenció el duelo y sepultó las esperanzas del Palmeiras de estirar la definición.
Con esta victoria, Chelsea avanza a las semifinales, donde enfrentará al Fluminense el próximo martes en Nueva York.
Más allá del susto momentáneo, los de Maresca demostraron solvencia, temple y recursos para resolver un partido que se complicó más de lo esperado. El sueño del título mundial sigue intacto para los “blues”.