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Por Sergio Barbán Cardero ()

Miami.- No nos llevan, no nos destierran como ustedes quisieran. Somos los cubanos libres quienes damos el paso al frente. Estamos gestionando ante el gobierno de Estados Unidos la entrega del territorio ocupado por la Base Naval de Guantánamo. Porque los desterrados también tenemos derechos. Tenemos derecho a un pedazo de patria donde podamos reconstruir lo que la dictadura nos ha negado. Nos han negado libertad, dignidad, democracia y prosperidad durante más de seis décadas.

Queremos que ese enclave, hoy símbolo de tensiones geopolíticas, se convierta en la semilla de una nueva Cuba. No un exilio pasivo ni un rincón de espera. Sino un territorio activo, libre y autónomo. Allí demostraremos al mundo, especialmente a los esbirros, lacayos y dictadores, que han secuestrado nuestra isla, de qué somos capaces los cubanos. Mostraremos qué podemos hacer cuando vivimos en democracia.

Soñamos, sí, pero con los pies en la tierra. Lo que proponemos es real y posible. Si Miami fue levantada por las manos de miles de cubanos exiliados, podemos lograr algo similar. Miami se ha convertido en una de las ciudades más prósperas de América. ¿Por qué no podemos convertir Guantánamo en otro Miami, o incluso en una Hong Kong del Caribe?

Un millón de cubanos libres y prósperos

La base naval tiene espacio suficiente para albergar cómodamente a un millón de personas. Ese millón de cubanos, emprendedores, profesionales, jóvenes, padres, abuelos, podemos transformar ese enclave en la ciudad más moderna, próspera y segura del Caribe. Un modelo de desarrollo, un faro de esperanza para los que aún sufren bajo el totalitarismo. Un lugar donde florezca la libertad, la inversión, el conocimiento, la innovación y la cultura.

Queremos demostrar que no somos carga ni problema. Somos la solución, somos futuro. No pedimos limosnas. Pedimos la oportunidad de construir. Deseamos mostrar al mundo que la Cuba que merecemos no está en el pasado ni en la nostalgia. La Cuba que merecemos está en el porvenir que comenzaremos a forjar desde Guantánamo.

NOTA: Esta idea no me pertenece. Se trata de una propuesta que ha comenzado a tomar fuerza dentro de la propia isla. Opositores cubanos han hablado abiertamente del tema. Personalidades influyentes de la política, el exilio e incluso del sector inversionista están organizando una presentación formal ante el Congreso de Estados Unidos. La propuesta contempla que el enclave sea entregado o, mejor dicho; devuelto a un gobierno cubano en el exilio. Este gobierno debe representar de forma legítima al pueblo oprimido. Los cubanos del exilio tenemos el deber de organizarnos, unirnos y constituir ese gobierno. Pues Guantánamo puede ser el punto de partida hacia una Cuba libre y democrática.

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