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UN NUEVO CURSO ESCOLAR PARA APRENDER «REPARTO»

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Por Oscar Durán

La Habana.- Comenzó el curso escolar en Cuba. Probablemente sea uno de los más nefastos que se van a recordar en la triste historia dictatorial del castrismo. Ni en la década de los ‘90 la situación estuvo como ahora, aunque, para respiro del régimen, la cantidad de alumnos en las aulas es casi un chiste por razones harto conocidas.

Si usted viviera en Tahití y leyera la prensa cubana hoy 2 de septiembre, se quedaría boquiabierto con los anuncios de “la buena calidad” del curso 2024-2025 en la Mayor de las Antillas. Todo está garantizado y la educación es de “primera”, dicen los sindicalistas de la Unión de Periodistas en todos los medios de prensa a lo largo de la isla. Claro, siempre le ponen un pero a todo porque tienen su comodín llamado bloqueo y ya adelantaron que hay limitaciones de recursos. Entonces, uno se pregunta: ¿cómo tiene calidad un curso con limitaciones de recursos?

Pobre de esos niños y jóvenes que acuden a un lugar de enseñanza a no aprender nada. Sin maestros, con una base material de estudio viejísima y aulas cayéndose a pedazos.

Naima Trujillo, ministra de Educación, tuvo el valor de declarar que la matrícula del curso actual es similar al de años anteriores, donde un “millón 600 mil” estudiantes de la enseñanza general acudieron a los centros educativos. Mentira, esa cifra está inflada y ni ellos mismos se la creen.

Los resultados del aprendizaje en la isla ya los estamos viendo en la redes. Jóvenes montando a Cristóbal Colón en el yate Granma, otros diciendo que José Martí le dio la libertad a los esclavos; o algo básico como no saber qué es un hiato o una consonante.

Ante tanta carencia de todo, los principales educadores de la juventud cubana son Chocolate, El Chulo pa’, Bebeshito, El Tiger, alias la tranca de tu país, y el ojiazul de Osmani García. Uno ve a cada rato un grupito de adolescentes parados en una esquina tarareando cualquier tema de esos muchachones antes mencionados., se saben hasta las vistas de cada canción en youtube, sin embargo, le puedes preguntar algo sencillo como quién es el Titán de Bronce y no te sorprendas si te dan como respuesta al Wampy.

No tengo nada en contra de los reguetoneros, quiero aclarar, pero no podemos negar que se han convertido en el faro y guía de la juventud. Como en Cuba se ha perdido hasta la vergüenza y todo es un desastre, parece que los reguetoneros vienen a aliviar tanta desgracia.

Pienso en esos padres responsables que quieren una educación adecuada para sus hijos y deben conformarse con un profesor de 23 años, dueño de un Instagram, una foto de perfil al lado de Ja Rulay y una legendaria frase abajo: “yo soy tu palón divino”.  

A “aprender” matemática bailando “Marca Mandarina” y “Guiachipupa con Compota”, mientras la ministra Naima, en su mundo de fantasía, seguirá mandando informes a Díaz-Canel donde le dice que todo está bien y bajo control.

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