TRES ALMAS

Santiago de Cuba.- Yo conozco y amo a dos niñas llamadas Alma que nacieron hace unos pocos años en Cuba.

Una de ellas es la niña que a menudo le pregunta a su papá por qué en Cuba hay pobres – “ qué nos pasó que Cuba es pobre papito “ -; a la otra, sus padres, se la llevaron con ellos a otra tierra porque aquí les perseguían y amenazaban.

Cuando me preguntan por qué lucho, por qué me expongo a un poder tan enorme como abominable y mezquino, e incluso, si no dudo en mis certezas en el reino de la incertidumbre que han convertido a nuestro país, pienso en que si persisto es porque tengo el sueño hermoso y noble de que en Cuba ningún niño tenga que crecer para descubrir que, como sus padres, será excluido, perseguido y castigado por querer ejercer derechos y libertades, por querer vivir en democracia, por ser sincero.

El Presidente anuncia ahora que en su familia nació una niña a la que sus padres llamaron Alma, dice encontrar alivio en ello.

A mi lado alguien me pregunta si no me da miedo escribir sobre ello y no puedo pensar otra cosa que el país en que podrían vivir estas tres niñas llamadas Alma sin sentir miedo por el destino de sus padres, está justamente después de nuestro propio miedo.

Bienvenida Alma, ojalá que no fracasemos porque esa libertad es también para ti. ¡Seguimos!