Enter your email address below and subscribe to our newsletter

¿TENDRÍAN ALGO EN COMÚN BRUNO RODRÍGUEZ Y MARCO RUBIO?

Comparte esta noticia

Por Max Astudillo ()

La Habana.- Bruno Rodríguez, que apenas había hablado en los últimos meses, ha vuelto a recuperar la voz. Sus jefes le han dicho que es la hora de activarse y criticar al gobierno de Estados Unidos, sobre todo al secretario de Estado, Marco Rubio, que será la piedra en el zapato de la dictadura

Dicho y hecho. Bruno sabe que su puesto depende de lo eficiente que sea cumpliendo órdenes, y como lleva mucho tiempo viviendo bien, chupando de la teta del castrismo, no quiere ni por un momento poner en riesgo su posición de canciller. Y cada vez que Marco Rubio dice algo, allá sale él a plantar cara… en redes sociales, claro.

Cuando el flamante nuevo secretario de Estado dijo que solo visitaría Cuba para pactar la salida del actual gobierno, Brunito salió, al momento, a decir que eso no ocurrirá y que el hombre de confianza de Trump para la política internacional no sabe nada de Cuba, en abierta alusión, aunque sin mencionarlo, a que aquel no nació en Cuba, porque sus padres emigraron en 1956, en pleno gobierno de Fulgencio Batista.

Hace un par de horas, Bruno volvió al ataque y se refirió a la salida de Washington de varios organismos internacionales. El canciller cubano, ni corto ni perezoso, dijo en X que «No nos sorprende menosprecio del actual Gobierno EEUU por el multilateralismo y sus instituciones internacionales​​​. Retiradas del Acuerdo de París, OMS y Consejo de DDHH golpean organizaciones que desempeñan importante papel, no para los ricos privilegiados, pero sí para la mayoría».

Un día antes, Donald Trump firmó varias órdenes para cortar fondos a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sacar a la nación norteña del Consejo de Derechos Humanos. Trump ya decidió la salida de EEUU del Acuerdo de París contra el cambio climático y de la Organización Mundial de la Salud, y al parecer esto le preocupa mucho al gobierno cubano, que manda a Bruno a criticar a Washington, como si eso le importara algo a los que allí gobiernan.

Pero, como en política todo -o casi todo- vale, Bruno Rodríguez Parrilla tiene el derecho de decir lo que quiera, aunque lo que él diga no será tenido en cuenta en muchos lugares, porque no es la isla el mejor ejemplo para nada. Ni para pagar, podríamos decir.

Eso sí, hay que recordarle que no es necesario mentir tan abiertamente, como lo hace cuando dice que Marco Rubio de Cuba no sabe nada. Tal vez el secretario de Estado no haya visitado jamás el país de sus progenitores, pero tiene más conocimiento de lo que ocurre en el mismo que el canciller cubano.

Rubio, por ejemplo, dice que en Cuba hay una dictadura. Bruno considera el suyo como un gobierno legítimo. El cubano americano reclama la liberación de los presos políticos, el cubano dice que en la isla no hay prisioneros de conciencia. El hombre de confianza de Trump alega que los cubanos se mueren de hambre. La mano derecha de Díaz-Canel defiende que en Cuba se vive dignamente.

Rubio habla de violaciones de Derechos Humanos. ‘Caderita’, como le dicen al canciller cubano en los pasillos del Minrex, dice que en la isla están todos los derechos garantizados. El del Norte insiste que Cuba merece estar en la lista de países patrocinadores del terrorismo, por todo lo que ha hecho y hace en la región. El titular de Exteriores de Cuba alega que su gobierno es angelical, y que es mentira que hayan apoyado, y apoyen, a sistemas que violan los derechos humanos, como el de Nicolás Maduro o Daniel Ortega, o que acogen terroristas de las FAR colombianas y de otros lugares del mundo.

En una sola cosa están de acuerdo Marco Rubio y Bruno Rodríguez Parrilla: El de La Habana dice que el de Washington quiere tumbar al gobierno de la isla y Marco Rubio no lo desmiente.

A mí, en lo personal, me gustaría ver a Bruno, en representación del gobierno saliente de Cuba -después de la salida del país de los Castro y Díaz-Canel- firmar con Marcos Rubio el fin del comunismo en la isla. Sería el mejor día de mi vida. Y solo espero que no demore mucho en ocurrir.

Deja un comentario