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Por Yoyo Malagón ()
Madrid.- Luka Modric me entró por los ojos desde que se apareció en el Santiago Bernabéu, por recomendación expresa de José Mourinho. Le costó unos partidos al pequeño jugador croata hacerse con la titularidad, hasta que se adueñó del mediocampo.
Luka me cayó mejor el día que encaró a Gerard Piqué y le dijo que saliera por ahí a ‘rajar’, como acostumbraba a hacer. Para mí, tocó techo el día que le dieron el Balón de Oro. Ese día dejó al margen a Cristiano Ronaldo, que salió huyendo a la Juventus en busca de trofeos que no esperaba en Madrid.
Y a Messi, un Messi que ya iba de capa caída, a pesar de que aún ganó otros balones de Oro, alguno de ellos regalado.
A Modric nadie le regaló nada. O sí: la afición le regaló aplausos allá a donde fue. En cualquier campo de España, el respetable se levantó y lo despidió con aplausos. Porque Modric fue estrella en el Madrid, pero también del fútbol.
Ahora se va. Lo acaba de anunciar. Va tras Toni Kroos, que ya dijo adiós. O de Casemiro, que se fue, que es casi lo mismo, porque cuando dejas el Madrid todo cambia. Los tres formaron el mediocampo que llevó al equipo blanco a dominar con puño de hierro a Europa.
Modric, con 39 años, aún tiene energías para más. Tal vez, para jugar una temporada más en otro equipo y llegar al Mundial, un torneo del que ha disputado dos semifinales seguidas y una final, la de 2018, que perdió con la Francia de Mbappé.
De todas formas, Messi seguirá siendo el pequeñito croata que le puso una pelota en la cabeza a Sergio Ramos para que empatara, en el minuto 93, aquella final de Lisboa que le dio la décima Champions al Real Madrid.
Después de anunciarse su adiós, amigos y rivales han enviado mensajes a Modric a través de las redes sociales. Si me tengo que quedar con uno, que sea el de Ramos: «Dice adiós al Real Madrid un genio, un amigo, un hermano que ha hecho del fútbol un arte».
Sigue Ramos: «Uno de esos jugadores por los cuales el madridismo llena el estadio y el mundo se para delante de la pantalla en cada partido».
Y, como Ramos, digo lo mismo: «Brother, los madridistas solo tenemos una palabra para dedicarte: GRACIAS. Todo lo mejor en el siguiente capítulo. Seguro que lo viviremos de cerca».
Chao, Luka… que el fútbol te dé aún muchos más títulos.