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Sobre los intelectuales, académicos y políticos de la decadencia

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Por René Fidel González García ()

Santiago de Cuba.- No es que la decadencia de una sociedad, de su orientación, valores, prácticas y estructuras civilizatorias, produzca estrictamente un tipo de intelectual, académico o político.

La decadencia de una sociedad es, en cualquier caso, un tránsito, una transformación de ella en su conjunto, y en el que se engendra y prepara de forma más o menos paulatina, precisamente, lo que se opone a lo que existe y está en declive.

No es lo mismo ser un intelectual, un académico o un político dentro de la decadencia que serlo de ella, de lo que lo causa.

Es por eso que entender a los intelectuales, académicos o a los políticos de la decadencia implica muchas veces, ubicar sus actitudes, sus posicionamientos y gestiones – cualesquiera que sean – en el contexto típicamente periférico al poder real, que se ejerce dentro de dichos procesos.

Son criaturas, vidas, obras, periféricas.

Dicho esto, se puede precisar, que no pocas veces se asume que algunas de las proposiciones que hacen los intelectuales, académicos y políticos de la decadencia significan, o son exactamente, coartadas a un poder que experimenta en su decadencia su propio proceso de transformación, y que por esto, ellos resultarán después devaluados y descartados como un subproducto del miedo y la venalidad.

Esto último no es preciso.

Vender la inteligencia, la integridad ética e intelectual, la sensibilidad, tiene costos en cualquier circunstancia pero esto es, frecuentemente, no pocas veces menor, al de no hacerlo.

Los procesos de decadencia no son en esto una excepción. Incluso en ellos, muy a menudo, se admira profundamente a los que son capaces de hacer los segundo, pero se anhela y disfruta siempre, el resultado y la utilidad de lo primero.

Es invariable.

Esta es una de nuestras desgracias, y al mismo tiempo, la causa de nuestro asco. Al menos en parte, por si no te explicas por completo lo que sientes.

No es solo el Rey, todos los cortesanos también lo están. ¿Lo ves?

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