Por Manuel Viera
La Habana.- ¡Estoy preocupado! Me preocupa mucho que desaparezca la Empresa de Ómnibus Nacionales. Durante cinco años viajé más de 70 veces por toda Cuba y, seamos realistas, ¡coño! …si expulsan a cada chofer que he visto que ha cobrado sobreprecio o ha recogido pasaje fuera de las terminales no quedaría uno solo en la EON.
Estaría bueno que los directivos del MITRANS pasaran un par de meses recorriendo miles de kilómetros mensuales por carreteras destruidas, llenas de animales sueltos, con una dieta que no compra un pedo y generalmente en horario nocturno, por la porquería de salario que pagan.
Encima de todo eso, muchas veces ellos mismos reparan sus ómnibus pagando de su bolsillo. Como diría el viejo Cantallops, un Director que asesoré durante un par de años en la Empresa de Ómnibus Escolares de La Habana: «la guagua es la cuchara del chofer: la reparan para seguir llevando comida a su casa».
Y que conste, no digo que esté bien cobrar sobreprecio, pero lo que está realmente mal es el salario, las vías, la inflacionada economía cubana, el precio y la escasez de piezas de repuesto y la atención al hombre.
Entonces, está la otra cara de la moneda, los camiones privados…tema espinoso, muy espinoso, ante el que esos mismos que expulsan choferes con orgullo o aplauden como focas, prefieren cerrar los ojos.
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