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Por Jorge Sotero ()

La Habana.- El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, como no podía ser menos, llama criminal al memorando que firmó Donald Trump para acorralar a GAESA y esas empresas al servicio de la dictadura cubana.

Sin embargo, vale la pena recordarle quiénes son los verdaderos criminales en esta historia, porque no hay nada peor que el poder absoluto que ejerce la dictadura y que lleva décadas asfixiando a su propio pueblo, mientras se llena la boca de consignas vacías.

Criminal es que en pleno 2025 los cubanos tengan que vivir con tres horas de electricidad al día, no por un huracán, sino por una catástrofe de incompetencia, y también que un litro de aceite cueste más que el salario mensual de un médico, que los hospitales no tengan jeringuillas, o que los niños duerman entre mosquitos porque no hay corriente para un ventilador.

También que la leche sea un lujo y la muerte, una humillación: sin ataúdes, sin transporte fúnebre, sin dignidad.

El canciller tiene que saber que criminal es el «ordenamiento económico» que convirtió los ahorros de toda una vida en papel mojado, mientras los hoteles de GAESA —vacíos pero climatizados— siguen creciendo como hongos en medio del derrumbe.

Criminal es lo que ustedes hacen

Asimismo, criminal es que las donaciones internacionales desaparezcan en tiendas estatales, que las ayudas se evaporen en viajes de altos cargos, o que un campesino vea pudrirse su cosecha porque el Estado no le compra ni le deja vender libremente.

También es criminal condenar a 20 años de cárcel a un joven por un tuit, mientras los violadores salen en libertad condicional. U obligar a un pueblo a mendigar en el extranjero, a separar familias, a cruzar selvas y ríos porque aquí no hay futuro. Incluso, que el Mariel reciba barcos estadounidenses récord en 2025 y aún así sigan culpando al «bloqueo» de no tener pan.

Lo mismo sucede con los gastos en tambores para el Primero de Mayo pero no en ambulancias. En patrullas policiales pero no en guaguas, en carteles de propaganda pero no en papel para recetas médicas. Y es criminal enseñar a los niños a memorizar consignas en lugar de pensar, mientras las escuelas se caen a pedazos.

Así que no, canciller, criminal no es un documento firmado por Trump. Es tu gobierno el criminal, porque ha convertido a Cuba en un laboratorio de miseria, donde resistir no es vencer: es sobrevivir a ellos.

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