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Por Esteban Fernández-Roig Jr.
Yo creo firmemente que los verdaderos simpatizantes de Fidel Castro en 1959 fueron una minoría efímera.
Y miles lo abandonaron acto seguido de sacar las garras y dar los pasos iniciales en la fabricación de una sanguinaria tiranía comunista.
Lo cierto fue que con Fidel el engaño duró muy poco. ¿Saben dónde verdaderamente el pueblo mayoritario de Cuba se comió (y muchos se lo siguen comiendo) el millo, demostrando una ingenuidad rayando en la estupidez? Vaya, con Camilo Cienfuegos Gorriarán.
En realidad nadie a ciencias ciertas lo conocía, fue el último en incorporarse a los futuros tripulantes del Granma, sin recibir apenas entrenamiento militar.
Los pocos que verdaderamente lo conocieron dan dos versiones contradictorias: Una, los que lo defienden dicen que se portó cojonudamente en la Sierra Maestra. También mencionan que fue “agradable” con Huber Matos. Y dos, los que lo critican dicen que era comunista y tuvo una actuación funesta en El Escambray.
Lo más cercano a la verdad es que era un tipo guapo, simpático, mujeriego, con una sonrisa Colgate. “Los cubanos prefieren a un asaltador de bancos chévere que a un monaguillo pesado”.
Al ser absurdamente nombrado al frente del Ejército provoca la histeria de Raúl Castro. Él desea ese cargo para él mismo. Mientras tanto, ese ”gracejo” y esas superficiales “cualidades” del susodicho “comandante” logran los celos del tirano. Este tirano aspira y exige que todas las simpatías y glorias sean para él. Peor que conspirar era hacerle sombra.
Por lo tanto, las órdenes de barrerlo del mapa, de pulverizarlo, las dan Fidel y Raúl Castro. Sus matarifes las llevan a cabo. Estas órdenes las provocan todos los que lo idealizaron sin ton ni son. Los que lo hicieron (y muchos lo siguen haciendo) un “súper hombre”. También aquellos que se llenaron las bocas llamándolo “El Señor de la Vanguardia, y el Héroe de Yaguajay”…
Y cuando hoy reciba un comentario “poniéndolo por las nubes”, mi respuesta será: “Esa defensa, esas palabras, esa creencia y esa actitud fueron las que llevaron a Camilo al cadalso fidelista”.
A Camilo lo mataron los Castro y los guatacas.