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Por Robert Prat ()
Miami.- Los Yankees atraviesan una preocupante racha de dos semanas, con siete derrotas en sus últimos diez juegos. Su principal problema ha sido la incapacidad para producir carreras en momentos clave, especialmente con corredores en posición de anotar (RISP). El equipo tiene uno de los peores promedios de bateo en estas situaciones, lo que ha llevado a desperdiciar oportunidades decisivas.
La ofensiva ha sido el factor más determinante en esta caída. Aunque Aaron Judge va segundo en las Grandes Ligas en jonrones (28) y mantiene un OPS elevado (1.262), el resto del lineup ha fallado en situaciones críticas.
Jugadores como Giancarlo Stanton, desde que volvió, y Anthony Volpe han tenido rendimientos inconsistentes, dejando múltiples corredores en base. El pitcheo abridor, aunque no perfecto, ha mantenido partidos cerrados, pero el bullpen ha contribuido con cuatro derrotas recientes, evidenciando falta de profundidad.
Existe un vínculo claro entre el rendimiento de Judge y el del equipo. A pesar de sus números individuales, su falta de producción en momentos clave (como en el 0-12 con RISP ante los Rojos) ha coincidido con derrotas ajustadas. Cuando El Juez no impulsa carreras, la ofensiva de los Yankees pierde su principal arma.
El equipo también enfrenta desafíos defensivos. La lesión de Oswaldo Cabrera en la tercera base ha dejado un vacío, y aunque se ha especulado con la llegada de Ryan McMahon de los Rockies, aún no se ha concretado un movimiento. DJ LeMahieu ha sido una opción interna, pero su bajo rendimiento ofensivo limita su impacto.
A pesar de todo, los Yankees siguen liderando la división Este de la Americana con un récord de 46-34. Sin embargo, su ventaja sobre los Rays se ha reducido a solo un juego. Si no corrigen su ofensiva y mejoran el bullpen, podrían perder el primer lugar.
La solución no es sencilla. El equipo necesita ajustes estratégicos, como cambios en el orden al bate o refuerzos mediante trades. Aunque el pitcheo abridor y el bullpen requieren atención, la prioridad debe ser reactivar una ofensiva que ha sido inconsistente.
En conclusión, los Yankees aún tienen tiempo para enderezar el rumbo. Su talento individual y liderazgo en la división son ventajas clave. Pero si no mejoran en situaciones críticas, podrían verse superados por equipos más efectivos, como los Rays o los Blue Jays.
El resto de la temporada será una prueba de carácter. Con ajustes tácticos y posiblemente algún refuerzo, los Yankees pueden recuperar su mejor versión. De lo contrario, su sueño de repetir como campeones de la división podría desvanecerse.