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¡Perdón, perdón… perdón si me equivoco!

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Por Sergio Barbán Cardero ()

Miami.- ¿Legitimar la rebeldía? ¿Despertar el orgullo dormido? ¿Activar la memoria del pueblo?

Aclaro: esta es mi versión más robusta, más seria y más cargada de simbolismo histórico sobre el mensaje de Sandro Castro. No se puede negar que hay algo oculto en sus palabras.

“Amiguismo; uno más largo, y el otro en el mismo sitio. Claro, juntos, unidos, vencemos cualquier obstáculo.”

Esta frase puede interpretarse como un código. Un mensaje cifrado que habla de coordinación, de confianza mutua, de lucha compartida. De lo que ocurre cuando dos se entienden sin palabras. Uno toma el riesgo, el otro respalda. Como en los tiempos de Céspedes y Perucho Figueredo. Como Agramonte y Amalia. Como Maceo y Flor Crombet en Mal Tiempo. Como Martí y Gómez: distintos, pero imprescindibles ambos.

Ver vídeo de Sandro: (https://www.facebook.com/sergio.barbancardero/videos/577383418585188)

“Uno más largo”. Quizás sea el machete que abre monte y camino.

“El otro en su sitio” Quizás sea la piedra firme donde se apoya el futuro.

No me acusen de loco, yo tambien tengo mis locuras de vez en vez. Pero de algo estoy seguro, juntos… no hay dictadura que aguante.

Los cubanos conocemos bien esa fórmula. La historia nos lo enseñó; cuando nos unimos, el miedo cambia de bando.

El oficialismo se viró contra Sandro

Hoy, en medio del silencio impuesto, una frase aparentemente absurda y “loca” puede encender la chispa.

Lo difícil, lo verdaderamente difícil, es confiar en el nieto de Fidel Castro. Ese mismo Fidel que, más o menos a la edad de este nieto, embaucó a todo un pueblo con una dictadura que lleva ya más de 66 años con la bota sobre el pueblo, oprimiendo cada rincón de Cuba.

Amigos… En los últimos días, Sandro Castro ha sido objeto de numerosos ataques furibundos desde la oficialidad. ¿Y quiénes han sido los encargados de arremeter contra él? Uno de ellos: «El Necio». Este adulador sin remedio se atrevió a decir que «Sandro es Miami». Y ya sabemos lo que eso significa en su jerga «revolucionaria»: mercenario, odiador, mafia cubana, gusano, enemigo del pueblo, traidor. “El Necio” incluso escribió, con su habitual veneno lateral: «Sandro es un enemigo ideológico.”

También cuestionó a la Seguridad del Estado por su silencio y hasta preguntaba en voz alta ¿Por qué la Seguridad del Estado no cita a Sandro?

Cuánta coincidencia en la cruzada contra Sandro

Al respecto un amigo que comentó mi publicación me dijo algo muy certero: “Mi hermano, hay algo que se te pasó: nadie en Cuba, excepto Raúl, se atreve a cuestionar públicamente a la Seguridad del Estado… y este lo hizo (refiriéndose a El Necio). Es la confirmación de que lo están usando para ese trabajo sucio. Es que en esa chapuza se notan rendijas por doquier.”

Y sí… mi amigo tiene toda la razón. Porque no fue solo “El Necio” el combatiente escogido para hacer la tarea sucia.

También sumaron al inefable Gerardo Hernández Nordelo, alias “el espía Piñita”, y al periodista oficialista Ernesto Limia, que, según una entrevista publicada en Cubadebate, cuenta con tres décadas de experiencia en los Órganos de la Seguridad del Estado. Qué coincidencia tan… espontánea, ¿no? ¿A los tres se les iluminó la mente con la misma idea, al mismo tiempo? ¡Qué genios!

Hay algo en este principito de los Castros que claramente incomoda al régimen. ¡Y mucho!

Ustedes saquen sus propias conclusiones. ¡Confiar demasiado puede ser peligroso!. Pero dejar pasar la oportunidad… Eso sí sería imperdonable.

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