Enter your email address below and subscribe to our newsletter

NUESTRO VINO SECO ES AMARGO, PERO ES NUESTRO VINO SECO

Comparte esta noticia
Por Irán Capote
Pinar del Río.- “Pero esta ‘cosa nostra’ no sabe a lo que tiene que saber, compañerito mipymero-martiano y ejemplar. A mí me sabe a alcohol con aspirina, a salfumán con cloro, a chispa ‘e tren con bájate el blúmer, a agua contaminada por el submarino nuclear. Tiene un gustico a rayo, a combustible de termoeléctrica, qué se yo….”
Repliqué blandiendo el pomo con la mano en alto y exigiendo que me devolviera mis 350 pesos en moneda nacional.
“No puedo, bebé, no puedo cambiarlo porque ya lo abriste y ahora yo no sé si tú le habrás echado algo al pomo. “ Explicó. Y luego señaló al cartel que dice: “No se aceptan devoluciones”.
Ahí metí mi tángana anti capitalista. Ahí se me subió todo lo aprendido en las tribunas abiertas de cuando mi infancia. Y condené a todo lo que puede asociarse con el mercado por cuenta propia. Yo decía: ¡Abajo el capitalismo chapucero que nos toca en este país! ¡Abajo el capitalismo! ¡Quiero de vuelta el Vino seco de los Mercaditos Ideales. Quiero de vuelta el Vino Seco industrial !!!
Y alcé los ojos y vi, aquel mipymero frente a mi, con sus ojos aguados como dos cuajorones. melodramático él y retórico yo. Fue una escena hermosa.
Me dijo que era médico y había dejado de trabajar en el hospital para ponerse a vender en aquella mipyme. Y suplicó, imploró casi de rodillas que no devolviera el pomo o tendría que pagarlo él de su salario diario, que es también una mierda, pero supera por mucho su salario en el hospital.
Y yo qué iba a hacer????
Recogí mi pomo, lo eché en la mochila y me fui, no sin antes decirle: “Esto no se queda así“.
Y él: “Que lo disfrutes. Gracias por la comprensión”.
Aquí estoy ahora, brindando por el mipymero médico devenido en vendedor de líquidos exóticos que saben a cualquier cosa indefinida.

Deja un comentario