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Por Olissvael Basso ()
Jatibonico.- Es fácil, en ocasiones, que un niño se acerque a un payaso, pero lo de Angie se llama «Amor». Hace tiempo conozco a esta niña y a su familia, nos cruzamos en la calle, la veo por el barrio, coincidimos en cumpleaños y siempre, puede ir hasta llorando, que con sus dos pies diminutos, sale corriendo y me da un abrazo que me llega al alma.
Un niño es la alegría de una casa y es responsabilidad familiar hacer que sus días sean favorables, que sus días tengan el encanto de una familia y la magia del amor. Cuidemos a nuestros niños, díganle que son lindos, abrácenlos, si no puedes, al menos, déjate abrazar por ellos. No te pierdas esa oportunidad, no dejes que los problemas, las discrepancias y el egoísmo te imposibilite vivir y sentir la compañía de un niño.
https://fb.watch/un8tNJSkAZ/
En el último encuentro con Angie, quien a su corta edad, dice solo algunas palabras, la mamá le decía: «habrá que llevarse a Tin para la casa…». Angie miró a su mamá y abriendo los brazos le respondió: «síiiiiiiiiiiiiiii», y yo ahí con unas ganas inmensas de enseñarle al universo que había alcanzado las estrellas.
Juega, sueña, disfruta esta etapa en la que la vida y el tiempo no perdonan, (y no es el caso de esta madre y esta abuela) pero lo digo por aquellos que no tienen tiempo para luchar en contra del tiempo.
Y aquí está Tin Marín para abrazarte cada vez que desees, Angie, pero, Angie, exígele a tus «mamás» que no te dejen perder nunca la ternura, para que mañana puedas abrazar incluso al que no lo merezca porque será quizás el que más lo necesite