MISAEL ENAMORADO ESCAPA A CUBA A VIVIR DE LA MANSIÓN QUE LE DIO EL CASTRISMO

Por Jorge Sotero ()

La Habana.- Misael Enamorado ya está de regreso en Cuba y las autoridades políticas del municipio capitalino de Playa aguardan orientaciones sobre cómo actuar.

Según declaraciones a El Vigía de Cuba de una fuente cercana a José Ramón Machado Ventura, esperan que este se pronuncie sobre el caso, para saber qué hacer.

Enamorado vivía tranquilamente en Houston, Estados Unidos, a donde fue porque allí estaba ya su hijo, que fue camilito y que era dirigente de la UJC, pero que lo dejó porque no le hacía falta.

Con el padre de miembro de Buró Político, un rango que tuvo Misael Enamorado, el hijo no tenía por qué meterse en balaceras, y al final se dio cuenta de todo y se largó.

Eso sí, en los peores momentos de los años ’90, Enamorado dirigía a la provincia de Las Tunas y de ahí lo pasaron a Santiago de Cuba. Hasta que lo sacaron de escena de manera definitiva.

Su mansión en La Habana

Entonces lo trajeron a La Habana y le dieron una mansión en Siboney que el hombre se dedicó a alquilar por Airbnb, a nombre de la esposa como “Villa Anita” , y a la cual le sacaba sumas considerables cada mes. Ver enlace (https://holiplus.com/es/house-for-rent/522SM/casa-anita#)

La mansión con varios cuartos, patio precioso, garajes y piscina, le daba a Enamorado para llevar una vida holgada y tranquila, hasta que un día decidió que se iría con su hijo a Estados Unidos.

Para salir, sin embargo, necesitaba la autorización de Machado Ventura, quien restringió siempre a los que ocuparon cargos dirigentes, por orden expresa de Raúl Castro.

Enamorado fue a ver a Machado Ventura, le dijo que ya estaba jubilado y que quería ir a ver a su hijo. El anciano se pasó la mano por la cabeza y le dijo que volviera en una semana.

A la semana, cuando Enamorado regresó, se encontró en la puerta de la oficina del entonces segundo secretario con Iván Ordaz Curbelo, otro que había ido a lo mismo.

Se saludaron como si no se hubieran conocido, a pesar de que tuvieron antes buenas relaciones, y cuando Enamorado entró, ya tenía la autorización.

A Ordaz Curbelo lo autorizaron a irse a Guinea Ecuatorial, donde andaba hasta hace un par de años, luego de dirigir la antigua provincia de La Habana, o Habana Campo.

Machado solo le dijo: que la pases bien con tu familia, y esperamos que no demores mucho por allá, que aquello no está bueno.

La casa la continuó alquilando, pero ya estaba tranquilo, asentado en Houston, donde, de vez en cuando, se escapaba al estadio para ver jugar a los Astros, y aplaudir a Yuli Gurriel y Yordan Álvarez, a cuya familia, decía, conoció en Las Tunas.

La vida en Houston

La vida en Texas era tranquila, pero muy monótona, a pesar de que siempre tenía un buen wisky a mano y disfrutaba de estar con su familia.

Sin embargo, las últimas horas fueron tumultuosas. Las redes y los medios dieron a conocer la lista de represores en aquel país y Misael Enamorado apareció en ellas.

De pronto perdió el apetito y todo lo que probaba lo mandaba directo al baño. Incluso, ni dormía, según cuenta un allegado de la familia, y en las noches tenía horrendas pesadillas.

Una mañana, despertó con sudoraciones, porque se vio, de pronto, en un sueño, en la misma celda que los maras, en El Salvador, y le dijo a esposa que regresaba a Cuba.

Luego llamó al hijo y este solo le dijo: «Si es lo que quieres, viejo, te puedes ir. Yo no regreso a Cuba, porque aquello está a punto de explotar».

El regreso a Cuba

Ese mismo día sacó pasaje y regresó a La Habana. Del aeropuerto se fue directo a su mansión, a donde había regresado alguna vez y la que le reportaba cada mes sumas considerables.

Para Misael Enamorado, supuestamente, volver a Cuba no representa ningún problema. Su espléndida mansión de la Calle 216, número 1503, en Siboney, le dará para vivir una vida placentera.

No hay reportes de que Misael Enamorado Dáger haya ido a pegarle a nadie con un palo, ni a reprimir en persona, pero en sus oficinas se trazaron maquiavélicos planes represivos contra todo aquel que se opuso a la dictadura durante su tiempo como figura del castrismo.

La determinación que tomó el exmiembro del buró político y tal vez la figura de más rango que ha ido a Estados Unidos, puede servir de ejemplo a los otros cientos de represores que viven allí.

Por el momento, los dirigentes del partido comunista en Playa esperan por Machado Ventura para saber qué hacer con Enamorado.

Humberto López, por si acaso, ya llamó al departamento Ideológico para entrevistarlo en su programa y demostrar que en Estados Unidos se persigue a quien piensa diferente.