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Por Redacción Nacional
La Habana.- El texto de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de la Facultad Matemática Computación (MATCOM), perteneciente a la Universidad de la Habana, sobre los precios risibles de Etecsa es algo inédito dentro de las filas universidades de la dictadura. Posiblemente este lunes la Seguridad del Estado tome la Escalinata y bote, primeramente, al Decano (a) de la emblemática facultad y después despida a cuantos estudiantes se prestaron para la gracia.
Orgullosos debemos estar de esos valientes jóvenes. Esta vez ningún sindicalista de camisa a cuadro mandó una convocatoria de esas que hacen para condenar al vecino del norte. Ahora fue diferente. Eso se llama espontaneidad. Nadie los obligó. Ellos solitos decidieron romper los muros de la doctrina y el miedo. Si todas las entidades del régimen hicieran lo mismo, otro gallo cantaría.
Aunque parezca un cliché, el pueblo cuando se une, no hay quien pueda con él. Eso lo sabe la dictadura. Esta respuesta de MATCOM tiene una lectura principal. No vino desde una Mesa Redonda, ni desde las redes de ciberclariato nacional; vino con nombre y apellidos, con el peso de una generación: el Consejo de la FEU de MATCOM rompió el silencio, y lo hizo con una declaración que huele a hartazgo, a verdad y a la rabia contenida de quienes se sienten ultrajados por un sistema que exige creatividad para subsistir y obediencia para callar.
No es una carta más. Es una cachetada con guantes limpios. Un comunicado que, aunque redactado con la prudencia institucional que impone el contexto, revela el grado de desconexión —en todos los sentidos— que existe entre ETECSA (entiéndase castrismo) y la gente. Porque cuando los estudiantes, esos que suelen ser los últimos en levantar la voz y los primeros en ser disciplinados, deciden hablar así, es que el vaso ya no rebosa: se ha roto.
La declaración apunta directo al núcleo del disparate: la nueva política tarifaria de la empresa estatal no solo es desproporcionada, sino que insulta la inteligencia de los usuarios. Presentar los nuevos paquetes como “mejoras” es una burla, un insulto reciclado en forma de oferta. Que una vicepresidenta comercial tenga el descaro de decir que “garantizan más recursos por menos precio” en medio de una inflación galopante y con salarios que no alcanzan ni para vivir una semana, solo reafirma el desprecio con que esta empresa —y por extensión, el sistema que la sostiene— mira al cubano de a pie.
La FEU de MATCOM, con su lenguaje preciso y su tono contenido, ha hecho lo que debieron hacer muchas otras estructuras: decir que no. Que no se puede seguir castigando al pueblo con decisiones unilaterales, que no se puede hablar de justicia social mientras se imponen precios diseñados para privilegiar al que tiene acceso al dólar y castigar al que solo tiene CUP y resignación.
Más allá de la denuncia, el texto estudiantil deja ver una conciencia clara del momento histórico: hay apagones, hay escasez, hay miseria… pero había internet. El último bastión de conexión con el mundo, con la educación, con la familia emigrada. También ese quieren arrebatárselo. En su lugar, ofrecen “paquetes Extra” que cuestan más que el salario de un mes, bajo una lógica de mercado que ni siquiera respeta las leyes del mercado.
Y ahí está el otro punto: la legalidad. ¿Desde cuándo puede Etecsa reformar su política sin rendir cuentas a nadie? ¿Dónde queda el principio de transparencia del que tanto se jactan cuando se redactan planes quinquenales? ¿Quién autorizó esta política sin debate público? La respuesta es simple: nadie. Porque en Cuba, la legalidad es como el internet: intermitente, frágil y a discreción de quienes dominan la señal.
La FEU de MATCOM no firmó una protesta. Firmó una advertencia. Y sería un error garrafal subestimarla. Porque cuando los jóvenes de ciencia y tecnología, los que sostienen los cimientos digitales del país, dicen “basta”, lo que están anunciando no es solo un desacuerdo con las tarifas. Están declarando que la paciencia se agotó, que el contrato social está roto, que la nueva generación no va a aplaudir lo inapludible.
Etecsa podrá seguir subiendo precios, pero ya no tiene el beneficio de la duda. La FEU de MATCOM lo ha dejado claro: no están dispuestos a pagar la factura de la ineficiencia con su dignidad. Ni con su silencio.
A quien pueda interesar:
El Consejo de la FEU de MATCOM manifiesta su inconformidad con las nuevas medidas comerciales en el servicio de telefonía móvil puestas en vigor a partir del día de hoy por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, ETECSA, que vemos como una falta de respeto enorme al pueblo cubano. Consideramos que las razones expuestas, que hablan sobre desafíos en su situación financiera, tecnológica y operacional, no justifican en lo absoluto estas medidas, que percibimos muy desconectadas de la realidad de la población y de sus necesidades, en especial de la masa estudiantil universitaria de nuestra Facultad que depende casi totalmente del acceso a Internet para el estudio y la investigación.
Valoramos la actitud de ETECSA como inoportuna e imprudente, fijando precios que más que nada potencian la inflación en la que cada vez más se sumerge nuestra nación e ignoran la vulnerabilidad de las personas que no tienen el poder adquisitivo necesario para acceder a las tarifas propuestas (que debemos recalcar sobrepasan con creces el salario mínimo establecido en el país) ni cuentan con familiares en el exterior que puedan cubrir sus gastos. Encontramos indignante que se hable de una mejora en las ofertas anteriores, “garantizando más recursos por menos precio” como comentó en conferencia de prensa Lidia Esther Hidalgo Rodríguez, vicepresidenta comercial de la empresa, y que se hable del mantenimiento de las ofertas de navegación en Internet en moneda nacional como un logro y no como una obligación, siendo esta la moneda oficial del país y la utilizada para pagar el salario de los trabajadores.
Cuestionamos la razón oferta/precio tenida en cuenta para el diseño de los paquetes ‘Extra’, el uso de una tasa de cambio discutible para las monedas libremente convertibles y el derecho legal de la empresa a realizar tales cambios en el servicio sin una comunicación previa a sus usuarios más que la vagamente realizada por el Primer Ministro de la República de Cuba Manuel Marrero Cruz en enero de este año, hecho que consideramos aún más agravante cuando vemos que en su Política de Calidad se declara que “La satisfacción de los usuarios y de toda la población es lo primero”, y se afirma que “centra su gestión en los requisitos y expectativas de los usuarios para satisfacer sus necesidades actuales y futuras”.
Instamos a ETECSA a revisar nuevamente la decisión tomada, pues creemos que es un error y que deben buscarse medidas más razonables para enfrentar los problemas existentes en su gestión empresarial. En la situación actual que atraviesa el país, con afectaciones constantes y prolongadas en los servicios de electricidad y agua, baja disponibilidad de transporte público y encarecimiento de los alimentos, por solo mencionar algunos de los problemas que ya forman parte de nuestra vida cotidiana, el acceso a Internet se mantenía como uno de los últimos recursos con que contaba la población y el estudiantado, y no consideramos prudente afectarlo de la forma concebida por ETECSA, que es además la única empresa de nuestro país que ofrece este servicio.
Atentamente,
Consejo de la FEU de la Facultad de Matemática y Computación