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Por Jorge Menéndez ()

Cabrils.- El tema de los migrantes es polémico y sé que algunos me criticarán y otros harán silencio, porque se trata de algo espinoso, que van con el arraigo y los sentimientos.

Pero igual, quiero referirme a los que un día, por las razones de cada cual, decidieron emigrar.

Ante todo quiero aclarar que, desde mi punto de vista, el cubano que emigra es totalmente diferente a los demás.

Nosotros venimos de un sistema deforme que ningún otro país u otra persona ha vivido: cruel, que nos domina el cerebro y la vida. Por eso somos tan distintos en vivencias y procederes.
Los cubanos venimos con muchísimos defectos, adquiridos por nuestra pobreza mental y material. Eso fomenta el optimismo en otras condiciones, pero también hay muchos que se quedan en la pobreza mental y eso fomenta envidias.

Por eso, también, somos bastantes desunidos, aunque con nuestra formación tenemos muchos más éxitos que otros, porque somos emprendedores por naturaleza.

Irse, de alguna manera no es una experiencia turística, significa romper la gran mayoría de los hilos con tu tierra. Aunque desde algunos lugares, como EEUU, eso no pasa… a veces.

¿Migrantes o mercaderes desde EEUU?

Muchos han visto en Estados Unidos la posibilidad de ir cada semana con un avión lleno de cosas para vender y hacer negocios con la pobreza de los nuestros.

Otros, bien situados económicamente, pagan a sus familiares estancias varias veces al año en centros turísticos, mientras otra parte va simplemente a alardear de lo que logró tras su partida.

Me parece muy coherente que si tienen a sus padres y hermanos en Cuba, los ayuden, pero una cosa es ayudar y otra alardear o plantearse negocios a costa de tu gente, que por una u otra razón no se fueron.

Emigrar significa nuevos retos, adaptarte a otras leyes y otro hacer, integrarse y romper muchos lazos, incluso con familiares y amigos. Es difícil el proceso, pero tienes que aceptarlo y atacarlo.

Emigrar no es hacer turismo y precisamente esa equivocación, y esas situaciones creadas, están trayendo muchísimos problemas a los cubanos, sobretodo en EEUU.

Allí no se entiende que, si alegaste persecución por parte del gobierno cubano, ahora estés yendo con medio avión lleno de mercancías cada semana.

Tampoco se entiende pagar descansos en centros turísticos en Cuba a los que en su momento no podías entrar.

Es sucio jugar a dos manos

La política es cochina, pero aprovecharse de ella para jugar a dos bandos es inmoral, y esa es una de las cuestiones que, por decencia, está afectando la vida de los cubanos honrados en Miami .

Lo primero, para poner orden, son las deportaciones. Muchos se verán separados de sus seres queridos.

Y lo segundo es un proyecto de ley para suspender los vuelos. ¿A quién beneficia eso?

Lo tercero es que ya están proponiendo prohibir las remesas, y esto terminaría con la posibilidad de ayudar a nuestra familia.

Es necesario poner orden en todo eso que nosotros mismos hemos armado por una idea errónea en cuanto a emigrar, por desconocer lo que esto implica y por no estar preparados para hacerlo.

Adonde quiera que vamos, la armamos, sin pensar que no estamos solos y todo, absolutamente todo, tiene consecuencias que muchas veces pagan justos por pecadores.

Quizás es hora de hacer un auto análisis sobre si estamos preparados o no para emigrar. Así evitaremos muchas de estas cosas .

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