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Saná.- Los rebeldes hutíes del Yemen reivindicaron este lunes el lanzamiento de un dron contra ‘un objetivo militar’ en Tel Aviv, en Israel, y un ataque contra dos destructores estadounidenses.
Los dos barcos, ubicados en el mar Rojo, forman parte de la campaña de bombardeos de EE.UU. contra posiciones de los insurgentes en territorio yemení.
El portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, dijo en un comunicado que el movimiento respaldado por Irán ‘llevó a cabo una operación militar contra un objetivo militar israelí’ en Tel Aviv con un dron de tipo ‘Yaffa’.
El Ejército de Israel, por su parte, apuntó en un comunicado que interceptó ‘un dron que se aproximaba a territorio israelí’ antes de que entrara al Estado judío.
Por otra parte, Sarea aseguró que los hutíes lanzaron ‘varios misiles de crucero y drones’ contra ‘dos destructores estadounidenses’ que no identificaron en el mar Rojo»
Fue una acción ‘en respuesta a la continua agresión de Estados Unidos’ contra el Yemen.
El vocero hizo referencia a la intensa campaña de bombardeos ordenada por el presidente estadounidense, Donald Trump, el pasado 15 de marzo.
Según los hutíes, los bomabardeos, se han salvado con la muerte de alrededor de un centenar de personas en varias provincias del Yemen.
‘Estos crímenes sólo aumentarán la firmeza y la adhesión de los yemeníes a su firme posición de apoyo al pueblo palestino oprimido, en respuesta a su deber religioso, moral y humanitario’, añadió.
Sarea apuntó que los ataques hutíes no se detendrán ‘hasta que cese la agresión contra Gaza y se levante el asedio’.
Ayer, al menos cuatro personas murieron y otras 16 resultaron heridas en un nuevo ataque de Estados Unidos contra una casa en una zona de la capital yemení, Saná.
La capital yemení está controlada por los insurgentes desde el estallido de la guerra en el Yemen en 2014.
Los hutíes anunciaron en noviembre de 2023 que atacarían a los barcos que comerciaban con Israel en represalia por la guerra de Gaza y esto se ha concretado en un centenar de ataques.
Los ataques han causado una importante reducción del tráfico marítimo por el canal de Suez, obligando a muchos barcos a circunvalar África para evitar así las acciones de los insurgentes.
Con el cese al fuego entre Israel y Hamás, cesaron las acciones de los hutíes contra buques en los mares Rojo y Arábigo, pero se reanudaron tras el reinicio de la guerra.