Enter your email address below and subscribe to our newsletter

Los Dodgers están a punto de volver a la Serie Mundial

Comparte esta noticia

Por Claudio di Girolamo

Los Ángeles.- La victoria de los Dodgers frente a los Cerveceros dejó una sensación de inevitabilidad. El equipo angelino, con su estilo demoledor, volvió a demostrar que no solo juega béisbol, sino que impone su ley en el diamante. Su triunfo por tres anotaciones a una en el tercer juego de la Serie de Campeonato los colocó a una sola victoria de regresar a la Serie Mundial.

Los Cerveceros, a pesar de su resistencia inicial, terminaron siendo víctimas de una maquinaria que no se desgasta, que espera, presiona y destruye.

El joven Jacob Misiorowski fue el símbolo de esa lucha desigual. Con nueve ponches y una velocidad que intimidaba, mantuvo viva la esperanza de Milwaukee durante seis entradas. Pero el destino -ese que suele ponerse del lado del poderoso- lo traicionó en el sexto capítulo. Los Dodgers hicieron lo que saben hacer mejor: esperar el error y castigar. Un sencillo, una base por bolas y un batazo de Tommy Edman bastaron para quebrar la resistencia del novato y sellar la suerte del encuentro.

En medio de esa batalla, el cubano Andy Pagés volvió a dejar su huella. No con la estridencia de un jonrón, sino con la madurez de un pelotero que entiende el oficio. Su defensa impecable en los jardines, su lectura de los lanzamientos y su oportunismo al bate evidencian un jugador en plena evolución. Pagés encarna lo que significa vestir la camiseta de los Dodgers: disciplina, temple y una confianza que no se aprende en las academias, sino en la vida.

El contraste fue cruel. Los Cerveceros apenas pudieron fabricar una carrera, y su ofensiva, limitada por Tyler Glasnow y el bullpen angelino, terminó reducida a un suspiro. Para colmo, la lesión de Jackson Chourio en la séptima entrada agravó el panorama de un equipo que ya parece resignado. En cambio, los Dodgers juegan con la soltura de quien sabe que la historia está de su lado: los equipos con ventaja de 3-0 en series al mejor de siete casi nunca fallan.

A estas alturas, solo un milagro apartaría a los Dodgers de la Serie Mundial. Y si algo ha dejado claro esta postemporada es que Andy Pagés no solo forma parte del futuro de la franquicia, sino también de su presente. Su aplomo, su manera de responder bajo presión y su constancia en cada turno lo convierten en un reflejo del espíritu de este equipo: un grupo que no pide permiso, que no perdona y que, cuando huele la victoria, no la suelta.

Deja un comentario