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LOS CUBANOS TENEMOS A NUESTRO MARCO POLO

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Por Oscar Durán

La Habana.- Fíjense si toda esta gente de la cúpula castrista nos tienen cogida la bajita desde hace un carajal de años, que miren a Miguel Díaz-Canel nuevamente en Rusia y Cuba cayéndose a pedazos por sus cuatros costados. Ni Marco Polo se atrevió a tanto.

Nosotros mismos nos perdimos el respeto como ciudadanos de este país. Andamos de mentiras en mentiras, mientras estos miserables siguen vacilando como quieren y cuando quieren y siempre con el respaldo de quienes se prestan para seguirle el juego.

Por ejemplo, el periódico Vanguardia, de Villa Clara, ha puesto alto y claro en su portada de hoy: “Un viaje marcado por la historia y por el bien común”.

Ahora mismo me viene a la mente Pedro Castillo, el expresidente peruano, quien actualmente está tras rejas. Durante su breve mandato, Castillo solicitó permiso al Congreso para asistir en México a la Cumbre de la Alianza del Pacífico, y su presencia a dicho evento fue denegada con 58 votos en contra, 51 a favor y dos abstenciones.

Perú tiene una situación política un poco delicada, pero aún así, la democracia la hacen valer por encima de todo. Pregunto, ¿a quién le pidió permiso el Hombre de la limonada para montarse en un avión junto a su esposa y demás camarilla para asistir a otra toma de posesión de Putin? ¿El presupuesto del viaje lo podemos ver en una página de transparencia de la Asamblea Nacional? 

Pero bueno, para qué seguir con lo mismo si eso a nosotros ni nos va ni nos viene. Lo importante ahora es que Yarelis se dejó de Lázaro y quiere volver con no sé quien y que dos reguetoneros de moda fueron a buscar a el Tiger para fajarse y este no salió.

Algún día entre nosotros mismos nos ofreceremos disculpas por el alto nivel de carnerismo en vena. A donde llegamos como nación, solo nos puede superar Corea del Norte y cuidado. 

Hoy en la noche, por ejemplo, nos espera un apagón de unas cuantas horas, mientras Miguelón descansará placenteramente en una suite cinco estrellas, acompañado de su inseparable Machi y unas botellitas de vino de altísima calidad. Todo muy gourmet, por cierto. 

Del lado de acá, el país estará en orden, matando 40 mosquitos por minuto, pero nada de qué preocuparse. Sigue en lo tuyo y disfruta mucho, Canel.

En definitiva, esto fue lo que nosotros, como pueblo, escogimos. Y lo que nos merecemos. 

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