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Por Claudio di Girolamo
Los Ángeles.- En el Dodger Stadium, donde 24 horas antes Toronto había caído en un maratón de 18 entradas, los Blue Jays protagonizaron una noche de redención. El marcador final —seis por dos— no solo les devolvió la confianza, sino que les permitió empatar la Serie Mundial a dos victorias por bando.
La remontada tuvo el sello de Vladimir Guerrero Jr., quien madrugó a Shohei Ohtani con un jonrón de dos carreras en la tercera entrada, suficiente para que el público californiano entendiera que Toronto no había viajado hasta allí para rendirse. Detrás del madero del dominicano, un sólido Shane Bieber hizo el resto: 5.1 entradas de temple quirúrgico, tres ponches, cuatro hits y apenas una carrera limpia.
El bullpen canadiense sostuvo la ventaja, mientras en la séptima entrada llegó la sentencia: cuatro carreras que desnudaron el cansancio del as japonés, que a duras penas pudo completar siete episodios después de su exhibición ofensiva la noche anterior. Toronto, que ya sumaba 49 victorias viniendo desde atrás durante la temporada regular, volvió a hacer de la adversidad su mejor combustible.
“Perdimos ayer, pero no perdimos la fe”, dijo Guerrero, con la naturalidad del que sabe que octubre lo reclama para la historia.
Andy Pagés, el único cubano que interviene en la Serie Mundial, se fue de 2-0 -dos elevados a los jardines- y ahora batea para .080.
El triunfo no solo iguala la serie, sino que reescribe el estado anímico de una plantilla acostumbrada a morder el polvo y volver a levantarse.