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Por Ramón García Guerra ()
La Habana.- La pensión de un jubilado en Cuba es de 1,500 pesos; 6.5 por ciento de 23,000 pesos, que es lo que cuesta una dieta de 3,100 kcal. diarias.
¿Con qué vive el anciano cubano el resto del mes?
Luego, un millon 700 mil jubilados que cobran una pensión son 60 por ciento de los mayores de 60 años entre los cubanos.
¿De qué vive el otro 40 por ciento? ¿Cómo es que sobrevive el viejito que no tiene una familia o alguien que se ocupe de él, pero que tampoco ha podido entrar en un hogar de ancianos? ¿Cómo es la vida en esos albergues?
Sobre estos últimos no se habla, así como no se menciona a los desamparados por el Estado… ¿socialista?
Durante la vida laboral hemos pagado el 17.5 por ciento del salario para recibir una pensión digna en la vejez y ahora, ¿qué sucede? Sabemos qué hizo la política financiera y monetaria del Gobierno con nuestros ahorros, cuando ha sido él quien al final ha convertido esos ingresos en agua y sal con la inflación.
Y de los ancianos, ¿qué se dice? Hablo de Esos que no pueden buscar una segunda o tercera fuente de ingresos. Significa que la política social del Gobierno lo convierte en un homicida.
Los edificios se caen y matan a niños y ancianos, pero ningún diputado es llevado a los tribunales.
Cuando se dicten las leyes complementarias a la Constitución será posible actuar penalmente contra los responsables de esos crímenes. Esto lo digo yo, que cuido a una anciana minusválida de 89 años de edad.
También es eso lo que hace la sociedad con el 40 por ciento de los ancianos que ni siquiera les cubre la Seguridad social del Estado, que es un fondo público creado por los cubanos.
Pagamos por el viejito de la familia y por aquel que no conocemos. Pongamos un nombre a lo que sucede: fascismo. Fascismo de Estado, además.
Entonces, aquí y ahora, ¿qué es lo que hará Ud. frente a una realidad que compromete la condición humana del hombre?