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Por Jorge Sotero
La Habana.- La situación del transporte en Cuba es caótica. Si hablamos en plata, podríamos decir que casi no existe. Y a esto se puede agregar que es el cubano el pueblo que menos se mueve del mundo, incluidos todos los países africanos, incluso Corea del Norte. En ningún lugar de este planeta es tan difícil ir de un lugar a otro como en la mayor de las islas del Caribe.
Granma lo reconoce y quiere vender un mensaje optimista, en el que nadie, por supuesto, cree, porque son tantos y tan habituales los artículos que hablan de revertir situaciones y tan poco lo que se hace, que ya nadie toma en serio al libelo del Partido Comunista, en cuyas páginas las mentiras corren, una tras otra.
Ahora dice el rotativo que “las dificultades existentes en el país con el transporte y su infraestructura se evidencian en una disminución de las capacidades de transportación de pasajeros y cargas, que generan insatisfacciones en la población”. Y Granma lo dice así, como si por arte de magia, de un día para otro, la población hubiera empezado a darse cuenta de que no hay ómnibus en qué moverse, que los taxis no existen, que los trenes no funcionan y que los aviones son aparatos imposibles de abordar.
Granma se hace eco de unas declaraciones del ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, quien justifica esas limitaciones con una insuficiente disponibilidad de recursos financieros, un argumento que en Cuba lo tapa todo. No hay plata para nada y ya. Con eso basta, la gente tiene que entender, como si no fuera problema del gobierno buscar alternativas para satisfacer las necesidades de una población cada vez más empobrecida y con más limitaciones.
Según el diario, aburrido de leer por demás, Cuba necesita entre 50 y 60 millones de dólares al año para la sostenibilidad del transporte, y dice que “el Coeficiente de Disponibilidad Técnica se encuentra hoy por debajo del 50 por ciento, agravado por la situación del combustible”.
Es increíble. Uno lee y se queda sin palabras. Puedes hasta pensar que en todos los países del mundo el transporte es una rama de la economía que hay que subsidiarla, cuando no es así. Las empresas de transporte son rentables, diríamos que muy rentables, y en muy pocos lugares los gobierno se preocupan por esos temas, porque casi siempre está en manos privadas, y su operación le representa ganancias.
Pero en Cuba, donde todo es monopolio del Estado, tal vez del Estado más ratero y depredador del mundo, el sistema de transporte es un caos, que no funciona, que no garantiza los movimientos dentro de las ciudades, de la capital a las provincias, dentro de estas, incluso de un municipio a otro. Pero eso no es todo, lo más singular y llamativo es leer lo que ofrece Granma como solución o paliativo para resolver esos grandes problemas de transporte, más allá de la tracción animal, de lo cual no hablaremos en esta ocasión.
Para el órgano oficial del Partido Comunista, la solución a corto plazo pasa por:
-Generalizar las rutas de triciclos eléctricos (Como si hubiera cientos de miles en todo el país, y solo se ve alguno aislado a alguna hora del día).
-Incorporar minibuses de baja turística a los servicios ruteros en La Habana y Santiago de Cuba (Lo que deja el turismo, porque ya no sirve, lo ponemos al servicio de la población y no importa que lluevan los accidentes y las muertes. Aaaah, y solo en La Habana y Santiago, en los demás lugares que la gente siga a pie).
-Puesta en funcionamiento del ferry en el enlace Gerona Habana -mejor Gerona Batabanó- (algo que he escuchado tantas veces que me cuesta creer, porque el ferry nunca fue una solución seria ni confiable, porque te dejaba botado a las primeras de cambio).
-Recuperar la red de Transporte Solidario para el apoyo intencionado con vehículos estatales a la transportación pública de pasajeros (un eufemismo total, para que la gente crea que los autos de los dirigentes van a parar en los llamados puntos de recogida y subir a sus vehículos a los cubanos desesperados que van hacia cualquier lugar, incluso a los hospitales).
-Lograr un mayor enfrentamiento a las violaciones de precios y los transportistas ilegales (Es tan eficiente el gobierno cubano que persigue al que cobra más de lo establecido y al que da un viaje en un almendrón sin pagar impuestos. Para eso tiene un sistema de inspectores que puede ser mayor que la cantidad de choferes en sus bases de transporte, con la intención de recaudar con multas lo que no ingresa por movimiento de pasajeros).
-Planificar, organizar y controlar las transportaciones masivas en la etapa de vacaciones de verano (como para reírse, como en todos los acápites anteriores. A estos del ministerio del Transporte, del Gobierno o del Granma, les interesa nada que los cubanos se muevan en tiempo de vacaciones. Decir es fácil, lo importante es hacer. Ya veremos que en unos meses el referido diario hablará de algo parecido).