Noticias de Cuba

LOS NIÑOS CUBANOS NO TIENEN FUTURO

TRES LOGROS DE LA REVOLUCIÓN

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Por Arturo Mesa ()
Atlanta.- El presidente de Corea del Sur ante sus propios problemas políticos y la incapacidad de contrarrestar a la oposición “interna”, declaró el martes en la noche la Ley Marcial, la cual inhabilita al Parlamento en sus funciones y pone a los militares en la calle para aplastar cualquier oposición tipo 11 de julio y boberías como esas.
Aquello duró lo que una Guiteras sincronizada. Los parlamentarios que representan la oposición dentro del gobierno, (porque por increíble que parezca, allí no todo el mundo es del Partido Comunista de Corea o PCC) acudieron al Parlamento, se encerraron adentro y le pidieron a la gente que fueran a protestar (contra viento y marea), porque de lo contrario –mis queridos co-coreanos—el futuro del país será de tanques, militares y condenas por sedición e intentos de subvertir el orden interno por los siguientes 62 mil milenios.
Minutos después, cientos de manifestantes se dirigieron hacia allá, se enfrentaron a las fuerzas del orden, quienes, para ser justos, no tiraron muchas maguachis que digamos y los Parlamentarios de nuestro cuento, entraron al recinto y declararon la Ley Marcial inválida e inconstitucional.
El presidente –cuya esposa lucía hace poco una costosísima cartera “Dior” (importante detalle)—, tuvo que aceptar que su decisión fue impulsiva (refiérese a la Ley, no a la cartera –bueno lo de la cartera también lo fue) y que el Parlamento (no 100% PCC, por ahora) tenía razón.
Los manifestantes, por algún motivo histórico, ya no le creyeron un cuento más de que las amenazas del país venían todas del Imperio del Norte, y aseguraron que no abandonarían el recinto hasta que todas las fuerzas de seguridad desplegadas se marchasen o de lo contrario, los que iban a tirar maguachis entonces iban a ser ellos.
Cuentan que se portaron bien, porque lo que querían de primera intención era que se marchase el mismo Presidente del país del cono sur, pero al final, confiaron en las leyes revolucionarias y le dejaron la tarea al no 100%PCC, es decir al no 100% Partido Comunista de Corea.
Y fue así como de la noche a la mañana –literal—la Constitución retornó horonda a las calles de Pyong Yang, no perdón… de Seúl, bueno… a la Capital de Corea de Sur que no tengo datos móviles pa ponerme a buscar cuál es cuál.
Y colorín colorado… este cuento…
Caballero, yo tenía una intención con este cuento de reyes y dragones, pero les juro que ya no me acuerdo cuál era.