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Tomado de MUY Interesante
Túneles imposibles, helicópteros en el patio de la cárcel y muñecos para engañar a los guardias. Estos han sido algunos de los planes más atrevidos para escapar de la cárcel.
Madrid.- En el mundo de máxima seguridad de las prisiones modernas, donde cada movimiento es vigilado y cada esquina está asegurada, la idea de una fuga parece casi imposible. Sin embargo, la historia está repleta de fugas carcelarias tan espectaculares que podrían confundirse fácilmente con el guion de una película de acción. Estos relatos muestran la impresionante creatividad y determinación de los prisioneros, además de destacar la constante batalla entre la tecnología y métodos de seguridad penitenciaria y el ingenio humano. Lo que sigue son cuentos de verdadero suspense y astucia, grabados no en celuloide, sino en la crónica real de los más notorios escapistas del mundo.
Recreación de una fuga de prisión en helicópteroFran Navarro / Midjourney
El escape de Redoine Faid de una prisión francesa en 2018 podría parecer una escena de una película de altos vuelos. Este conocido ladrón de joyas no escatimó en recursos para su fuga. Un día tranquilo, el cielo sobre la prisión de Réau se vio interrumpido por el ruido ensordecedor de un helicóptero. Cómplices armados, tras someter a los guardias, facilitaron el aterrizaje de la aeronave en el patio del penal. Faid, con una precisión milimétrica, subió en el helicóptero y desapareció en minutos, dejando atrás una prisión en caos y un vehículo incendiado en las cercanías como parte de un espectacular plan de huida.
Joaquín «El Chapo» Guzmán, el infame narcotraficante mexicano, mostró un nivel de planificación que desafía la imaginación. En 2015, desde la supuesta inexpugnabilidad de la cárcel de máxima seguridad El Altiplano, «El Chapo» se escurrió por un agujero debajo de su ducha hacia un túnel de 1,5 kilómetros de largo. El túnel, una obra de ingeniería subterránea completa con ventilación, iluminación y hasta una moto montada sobre raíles, permitió a Guzmán recorrer la distancia hasta la libertad con una pasmosa determinación.
Imagen del túnel y la moto que utilizó «El Chapo» Guzmán para escaparEduardo Verdugo / Wikimedia
En 2014, cuatro miembros del temido grupo criminal colombiano Los Urabeños demostraron que a veces la astucia puede ser más efectiva que la fuerza bruta. En esta ocasión no se armaron con sofisticadas herramientas ni planes milimétricos, sino que con documentos falsificados, estos prisioneros engañaron a todo un sistema. Los documentos, aparentemente legítimos, indicaban que debían ser liberados de inmediato. Con una tranquilidad desconcertante, caminaron hacia la libertad por la puerta principal de la prisión en Medellín, sin que nadie sospechara hasta varias horas después. Este escape destacó la vulnerabilidad de los sistemas penitenciarios ante la ingeniosa manipulación de su propia burocracia.
La fuga de Choi Gap-Bok en 2012 desde una prisión en Corea del Sur es un testimonio del poder del cuerpo humano y la mente disciplinada. Apodado el «superyogi», Choi usó sus profundas habilidades de yoga para aplicar una cantidad extraordinaria de aceite corporal y deslizarse a través de un pequeño orificio destinado a la entrega de comida en su celda, que medía apenas 15 cm de alto y 45 cm de ancho. Esta hazaña, que completó en menos de 30 segundos, mostró su increíble flexibilidad y determinación, así como la sorpresa de utilizar una técnica tan inusual y pacífica para burlar un entorno de alta seguridad.
Recreación de preso escapando de una cárcelFran Navarro / Midjourney
La fuga de Michel Vaujour de la prisión de La Santé en 1986 es un vívido ejemplo del poder del amor y la lealtad. Su esposa, Nadine, después de tomar cursos de pilotaje, alquiló un helicóptero y voló hasta el patio de la prisión, lanzó una cuerda a su esposo quien, ante la mirada atónita de los guardias y presos, trepó a bordo y juntos volaron hacia la libertad. Esta huida fue tan pasmosa como profunda la conexión y compromiso de una pareja dispuesta a enfrentarse a todos los obstáculos por estar juntos.
En junio de 1962, Frank Morris y los hermanos John y Clarence Anglin orquestaron una de las más legendarias fugas de la prisión de Alcatraz. Con gran paciencia y astucia, utilizaron cucharas y cuchillos robados para cavar un túnel y construyeron muñecos con jabón, papel higiénico y cabello real para simular que aún estaban en sus camas. El plan culminó en una huida a través de las aguas que rodeaban el enclave de la cárcel en una balsa improvisada con gabardinas. Aunque nunca se confirmó que escaparon con vida, esta fuga sigue siendo un símbolo de la resistencia humana y el deseo indomable de libertad.
Recreación de fuga de AlcatrázFran Navarro / Midjourney
Las fugas de prisión más espectaculares de la historia han capturado la imaginación pública, alimentando tanto películas de Hollywood como debates serios sobre la seguridad penitenciaria y los límites del espíritu humano. Estas historias trascienden el mero acto de escapar para convertirse en leyendas que cuestionan y desafían nuestras estructuras de control. A través de su ingenio y la pura voluntad de ser libres, los protagonistas de estas fugas no solo han escrito capítulos emocionantes en los anales del crimen, sino que también han inspirado conversaciones sobre la libertad, la justicia y la redención. Estas narrativas continúan fascinándonos, recordándonos las complejas capas de la condición humana.