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LA SUERTE DE TENER UN PIANO
Por irán Capote ()
Pinar del Río.- En esta casa hay un piano. Yo no sé nada de piano, pero tenerlo ahí en esa esquina me hace sentir un tipo con suerte.
A veces llegan amigos que sí le saben al teclado, me piden permiso y yo dejo que se filtren por la casa las notas de Claro de Luna, El lago de los cisnes, Madrigal, Mamá Inés… el mundo en melodías. Por ahí han pasado las manos de Aliocha, Anelys, Emanuel, Alberto, Nidia… Me gusta sentir el viejo piano estremecerse.
Hoy vino una amiga a verme. Esa amiga apenas sale de su casa. Pasa mucho tiempo conectada a las redes y su nivel de información actualizada es admirable. Hoy llegó hasta la casa, hablamos de apagón y de carencias, con café de por medio.
De pronto, me pidió acceder al piano. Ya sabía yo que en su juventud recibió clases de piano, pero desde hacía más de veinte años no se sentaba frente a uno.
Me dijo: “Chico, déjame tocar porque tengo una melodía que se me ha pegado y si no la toco se me va a olvidar…”
Yo creí que se trataba de un bolero de los 40 o de un vals que tanto le gustan. Y por supuesto, accedí.
https://www.facebook.com/irancapote.fuente/videos/405980112571538
Ahí vino mi sorpresa, primero porque dice que solo puede tocar con la derecha: “Ya la izquierda ni pinta ni da color. “
Y segundo, porque esa melodía que daba vueltas en su cabeza era del Tiger. Me dejó filmarla, pero con la promesa de que no expondría su identidad: “las redes son una trampa”.
