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Por Mkc Cerralvo
Santa Clara.- Vengo de comprar agua de la Eco-Finca de Santa Clara, me siento privilegiado de poder comprarla, y sobre todo de poder tomarla. El señor que la despacha no deja caer ni una gota entre envase y envase, porque cuando falte un litro de seguro lo paga él.
Acá donde vivo, en el Reparto Bengochea, el agua es un privilegio y la del acueducto no se puede tomar; primero porque con suerte llega una vez al mes, y segundo porque llega tan “cansada y estropeada” que al mirarla lo menos que parece es agua…
La historia es de un salidero que existía hace mucho tiempo por donde transito a diario, y que después de desperdiciar tanta agua de por vida, entre quejas de los vecinos y demás, al pasar el tiempo, mucho tiempo, años… se vino a “reparar”.
A la tubería no se le podía pedir más, fue hecha por una empresa o brigada capitalista hace mas de 100 años… y aunque ya paso su vida útil y pagó con creses su objeto social, sigue guapeando.
Es mas criticable que en nuestro «período revolucionario», de más de 65 años, aún no se ha podido sustituir este acueducto, solo se “remienda”.
Hace poco tiempo, a este salidero le llegó el “remiendo”, y apareció una empresa estatal socialista, encargada de hacerlo.
Aunque el trabajo duró dos o tres días, la excavación y la loma de tierra estuvo obstruyendo la carretera por más de dos semanas, con el trafico desviado.
Al parecer era otra empresa estatal socialista la encargada de taparlo y volver a asfaltar. Deja claro esto la profesionalidad y el encadenamiento de las empresas estatales.
Resulta que al tapar y asfaltar se hizo con el rigor que los caracteriza y dejaron en el lugar un bache, y para sorpresa de todos cuando volvió a circular el agua, ¡TA TANNN…!
¡Ahí estaba el salidero!
Por un lado, un señor que trabaja para un privado, que vende un agua para nada barata, pero con la mejor calidad y que no deja caer una gota…
Por otro la Empresa Estatal Socialista que, a precio muy económico, que te lleva un líquido a tu casa que le dicen agua, cosa que en mi barrio ocurre casi con la frecuencia de los eclipses, y se desperdicia más de la que llega…
En la primera, el dinero sale de un doliente, que cuida, controla y verifica sus recursos y su negocio.
En la otra una empresa que “es de TODOS”, que el dinero sale del pueblo, el mismo que no tiene agua, y maneja y controla el estado, pero no resuelve, no se sustenta y no cumple su objeto social, porque además que nunca hay agua, esta no tiene la calidad ninguna.
No puedo criticar a un capitalismo que construyó un acueducto hace más de 100 años, que aun funciona, y si a un socialismo que no ha podido hacer otro nuevo en mayor tiempo, incluso ni siquiera logra reparar las roturas del existente.
Hoy donde hace mucho tiempo hubo un salidero, gracias a esa Empresa Estatal Socialista, que gasto dinero, invirtió recursos, mano de obra, salarios, tiempo y equipos…
Hoy tenemos el mismo salidero, un bache, y seguimos sin agua…