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La rebelión popular de junio de 1953 en la RDA

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Por Tania Tasé ()

La RDA se creó el 7 de octubre de 1949. La conformaron los territorios de Alemania ocupados por las tropas soviéticas tras el fin de la 2da. Guerra Mundial. La dirección de la economía posguerra se hizo a imagen y semejanza de la URSS, era un sistema rígido y autoritario de economía “planificada”.

Menos de cuatro años tenía la joven república “democrática” y ya se hacía visible el fracaso.

Los sesudos del Partido rector (SED) inventaron un plan para reordenar la economía y enderezar el rumbo hacia el futuro luminoso.

El plan incluía un paquete de cambios:

  • Aumento de los impuestos
  • Subida de los precios de todos los artículos de primera necesidad.
  • Incremento de las normas de producción en un 10%, sin aumento de salarios. (trabajar más y ganar la misma mierda, ¡vaya!)

Estos cambios se implementarían a partir del 30 de junio de 1953, “casualmente” el día del cumpleaños 60 del Primer Secretario del Partido Walter Ulbricht. Si las nuevas normas de producción no se alcanzaban, los trabajadores tendrían que aceptar un descuento en sus salarios.

El 16 de junio de 1953, cerca de 80 obreros de la construcción en Berlín Oriental, se declararon en huelga y convocaron a huelga general en todo el país a partir del siguiente día. Su llamamiento fue difundido por la radio de la otra Alemania y se esparció rápidamente por la RDA.

Manifestaciones en todo el país y represión

El 17 de junio se manifestaron en Berlín más de 40 mil trabajadores al amanecer. Horas más tarde, se les incorporaron muchos miles más. Mas, no fue sólo en Berlín: en todas las grandes ciudades y zonas industriales del país, se manifestaron los huelguistas, a los que se sumaron también, miles de estudiantes. Se estima que más de un millón de alemanes participaron en las protestas.

Los militantes del Partido y sus partidarios también fueron a las calles y se enfrentaron a los manifestantes de forma intransigente y violenta. Entonces los rebeldes cambiaron sus demandas económicas a políticas: exigieron la renuncia del gobierno de la RDA y elecciones democráticas.

El Partido decide el uso de la fuerza militar: más de 8 mil policías acuartelados, además de 16 divisiones soviéticas ocupantes de territorio alemán con más de 20 mil soldados, abrieron fuego sobre la población desarmada, incluyendo el uso de tanques de guerra. Aún así no pudo ser sofocada la rebelión de inmediato, en los días siguientes hubo más de 500 estallidos en varias ciudades y zonas industriales.

Hasta el día de hoy, 70 años después, el número de muertos y heridos no ha podido determinarse con exactitud y es objeto de discusión entre los historiadores. Las autoridades de la RDA sólo reconocieron la muerte de 55 personas, de ellas 5 policías. Hay datos, sin embargo, que apuntan hacia una cifra mucho más alta. Además de los ciudadanos a los que se condenó a muerte en los juicios posteriores, entre ellos altos oficiales de la policía que se negaron a dar la orden de disparar al pueblo.

Yo he oído el testimonio de un manifestante sobreviviente del 17 de junio. Después de la caída del Muro de Berlín en 1989, él ha dedicado toda su vida a hablarles a los niños y jóvenes en las escuelas y museos sobre estos hechos. Para que conozcan la historia y no permitan que se repita.

Él está profundamente convencido de que la democracia y la libertad están en constante construcción y que han de ser defendidas a diario, con conocimiento de los hechos y amor, nunca con violencia. Manifestó con amargura que soñaba con una Alemania libre y unificada, pero que no creyó que le fuera dado verla, ni siquiera en el momento de la caída del ominoso Muro de Berlín.

Tan fuerte fue su experiencia con la violencia de Estado ejercida sobre él, que todo el tiempo estuvo esperando que a los que tumbaron el muro y corrieron hacia la otra Alemania, les dispararan por la espalda.

Mi propia madre que hoy me cuida desde otra dimensión, con sus escasos nueve años, fue testigo de la masacre de aquellos días de junio de 1953. Ella unió sus recuerdos a los de mi abuela y me los contó en Cuba cuando nos llegó la noticia de la caída del muro. Ellas murieron sin poder ver el fin de la dictadura cubana.

Yo estoy segura de que lo veré.

Los casi 33 años transcurridos desde la reunificación alemana son el tiempo más largo de paz, libertad y bienestar de que ha disfrutado el pueblo alemán en toda su dramática historia. A pesar de todo lo que aún es necesario hacer.

Tania Tasé

Pd: algunos datos curiosos:

  • Las empresas de la RDA se llamaban volkseigene Betriebe: empresas de propiedad popular.
  • La policía de la RDA se llamaba Volkspolizei: Policía del pueblo (o popular).
  • Chemnitz es una ciudad que se llamó desde 1952 hasta mayo de 1990 Ciudad Carlos Marx o Karl-Marx-Stadt. Sí, esa es una de las ciudades donde quería dar sus conferencias Michel Corona el de #SinFilo, pero fueron suspendidas porque el pobre se sintió amenazado. Esa ciudad también era, claro, de la RDA.

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