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LA POLICÍA DE CUBA

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Oscar Durán

La Habana.- En medio de la inseguridad más grande desde el triunfo revolucionario, la policía nacional celebra hoy su 65 aniversario de fundada y lo hace regalando cuadros con la cara de Fidel Castro, en actos políticos donde se dice de todo, menos disminuir los índices de delincuencia en el país.

El orden interior en la isla es pésimo. Si el Partido hiciera una encuesta sobre el nivel de confianza del pueblo hacia los agentes de seguridad, las cifras serían de escándalo. El cubano ha visto represión, abusos, arbitrariedades, nunca llegan a tiempo cuando hay problemas, no tienen preparación para lidiar con la sociedad. En fin, un desastre por donde lo mires. 

Cuando yo trabajaba en el cárnico, todos los días sacaba carne de res y tubos de jamón. Para llegar a mi casa, alquilaba un auto y sobornaba a cuantos policías me topaba en el camino. Ya ellos conocían el carro, lo paraban, pedían la licencia de conducir y se le ponía 200 pesos al lado. Remedio santo. Vía libre y sin susto.

Fidel Castro se daba en el pecho cuando decía que tenía la policía menos corrupta del mundo. Infeliz. Hasta por un paquete de chupa chupa un jefe de patrulla cae en el soborno. Y ahora, con esta escasez y miseria, si le das dos huevos criollos de regalo, posiblemente hasta droga te dejen trasladar.

Yo quisiera presenciar algún día cómo es el sistema de captación de un policía. El primer requisito, ya todos lo sabemos: ser oriental. Además, tener tercer grado de escolaridad como máximo, saberse el himno nacional hasta la primera estrofa y firmar con una cruz como si fueras para una campaña de alfabetización. Mientras más bruto, mejor. Así es más fácil el adoctrinamiento e inculcar los mecanismos de represión.

En los tiempos actuales, la policía cubana anda mal parada. El 11 de Julio de 2021 quedaron al desnudo con tantos abusos y golpes. Nadie puede creer en ellos. En Cuba entera hay ladrones, asesinos, estafadores, sin embargo, la orden es perseguir a gente noble y de bien que no está de acuerdo con el régimen.   

Si todos esos represores tiene un dedo de dignidad, cuando la dictadura caiga, lo mejor para ellos es coger una soga y ahorcarse. Primero deben quemar el uniforme y cuantas medallas le dieron. Y no pueden olvidarse de morir abrazados con el cuadro de Fidel que le dieron por el 65 aniversario. Con eso aseguran ir al infierno y sin escala.

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