Annecy.- Estoy hospedado en un apartamentito muy chulo, en la Plaza de Notre Dame, en el centro histórico de Annecy, una bella villa Savoyarda…! Bien. Me levanto, me hago un café, abro la ventana y ahí me encuentro la famosa historia de la paloma blanca que baja y se posa en el hombro de un personajuelo “de aquellos”…!
Yo detesto las palomas blancas y aquellos mamarrachos sermoneros…! Me gustan más los halcones peregrinos…! Esos bichos se posan en el hombro de alguno, solo cuando tienen ganas de… de soltar las heces y no tienen donde…! Háganme caso…!
Bah… aquí les dejo unas fotitos del pueblo.
!Ah… se me había olvidado traducirles: en la última línea dice: “mientras el Santo Obispo pontificaba, una paloma blanca se posó en él…” y eso me ha hecho ponerle más azúcar al café…!