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LA NUEVA LEY DE PRENSA ES UNA CATARATA DE DISPARATES TOTALITARIOS

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Por Carlos Cabrera Pérez

Madrid.- Liquidado el periodismo, la dictadura más vieja de Occidente, acaba de parir una legislación de prensa que combina la cicuta totalitaria con guiños a la pasión woke, que tanto encandila a los zurdos del siglo XXI, empezando por el nombre Ley de Comunicación Social y acabando por el Glosario.

Desde la caverna, toda comunicación es social y -si la intención del Palmacristi verde oliva era cerrar más el juego- con ponerle socialista, sobraba. Nada más ridículo que una tiranía sexagenaria empleando mal las palabras, que siempre es síntoma de decadencia.

En el Glosario, aparece el término woke de “COLONIALISMO CULTURAL” (sic); pese a la declarada intención de promover un uso correcto del Español. Tanta mayúscula, delata.

Autorretrato o lapsus freudiano: La comunicación social no podrá alentar la violencia y el odio entre las personas, apelar al miedo o suscitar conductas agresivas que favorezcan la crueldad, el maltrato a animales, especies en peligro de extinción y la destrucción de bienes culturales, patrimoniales o naturales; ni difamar, calumniar o injuriar a las personas, órganos, organismos y entidades del Estado, organizaciones políticas, de masas y sociales del país.

Contrasta tanta sensibilidad ante animales, especies en peligro de extinción y dirigentes con la desidia y el desprecio por muchos cubanos; incluidos más de mil presos políticos; recluidos en condiciones infernales que han criticado hasta combatientes de la revolución.

Pese a la demora injustificable para promulgar la nueva norma, el tardocastrismo no se anda por la ramas, y en el artículo 5.1, deja claro que la Comunicación Social actúa conforme al Estado socialista de derecho y justicia social, democrático, independiente y soberano, expresión del pensamiento y el ejemplo de Martí y Fidel y las ideas de emancipación social de Marx, Engels y Lenin.

¡Cuanta gente para una sopa de letras inservibles! Y sorprende la ausencia de Raúl Castro en el ideario, con todo lo que ha hecho el general de ejército por mejorar la comunicación con la inclusión de negros y mulatos en los noticieros de la televisión y aquellos brotes de espontaneidad en que soltaba secreticos y luego matizaba, “no me arrepiento de lo que he dicho, pero el discurso oficial será el que salga publicado mañana en el Granma” .

Vamos a tener que analizar a los compañeros Díaz-Canel, Polanco y demás perpetradores de la legislación, por esa marginación del compañero Raúl y esa guara fuera de pico con los camaradas Carlos, Federico y Vladimir; cuando la revolución no la trajo el Ejército Rojo, sino el Rebelde. Vamos a estar aquí y no en la cola de pa lo que sea, quien tú sabes, pa lo que sea.

Pildoritas totalitarias. Artículo 7. La gestión estratégica e integrada del Sistema de Comunicación Social tiene como propósitos esenciales los siguientes: a) Defender la independencia, la integridad y la soberanía de la patria, y preservar la seguridad nacional;

  1. b) contribuir a la consolidación de una sociedad más democrática, con mayores niveles de justicia social, más inclusiva, equitativa, participativa, solidaria y en armonía con el medio ambiente.

¿En serio?, parece que no, porque en el mismo artículo, pero inciso g, suelta lo siguiente: respetar la diversidad cultural, sin discriminación por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género, edad, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquier otra condición o circunstancia personal que implique distinción lesiva a la dignidad humana.

Leído al revés y al derecho, la norma carece de respeto a la diversidad política y por eso suelta toda esa retahíla de palabrejas woke sobre género o etnia ¿cuántas etnias hay en Cuba? Con haber remitido a los interesados a Palabras de Fidel a los intelectuales, habría bastado; porque, después del mantra de dentro todo, fuera nada, soltó la bomba que ha presidido la relación del poder con la prensa y la cultura cubanas: contra la revolución, ningún derecho.

Por si no bastara, la comunicación social deberá defender a los piratas del Caribe de una supuesta agresión comunicacional. A ver, compañeros, si nos aclaramos, los ataques a combatir son solos los que provengan del exterior, ¿o con la nueva norma no tendrán más cabida la barbarie contra El Toque y las sandeces oficiales engordando la inflada nómina de la CIA? ¿Son éticas las cotorras a sueldo del FARINT que ensucian diariamente las redes, escondiéndose bajo pseudónimos operativos?

Presentan oficialmente en Cuba Ley de Comunicación Social – EscambrayJoyita woke: estimular el uso inclusivo, ético, responsable y seguro de internet, como vía para la defensa y consolidación de la sociedad socialista y la elevación del bienestar de la población, en el contexto del proceso de transformación digital.

¿Con qué luz van a conseguir todo eso?, aunque es probable que ya un grupo de compañeros esté trabajando en la computadora y conexión de banda ancha a pedales. Los castristas no paran de inventar, mientras el enemigo acecha.

Palucha sin almíbar: alcanzar elevados niveles estéticos y de creatividad en la producción comunicativa del país. Los medios tardocastristas suelen ser feos de apariencia y aburridos de contenidos, pese a la calidad profesional de muchos periodistas cubanos.

Guayabita del pinar. La información que se intercambia en los procesos de comunicación social ha de ser veraz, objetiva, oportuna, actualizada, contrastable y comprensible. Na, mentira, tú me estás engañando.

¿Para cuándo información veraz sobre el desastre provocado por Fidel Castro en las termoeléctricas y la implantación a la cañona de los Grupos Electrógenos, fórmula copiada por Díaz-Canel?

¿Cuántos cubanos permanecen ingresados aquejados de la Fiebre del Oropuche? Si la situación está controlada, ¿para qué sacar a Durán?, cual Rubiera ante huracán rondando.

¿Qué razones llevaron a Díaz-Canel a aplazar hasta 2030 la culminación del programa de estabilidad macroeconómica? ¿Porqué Marrero no ha informado sobre el cumplimiento del nuevo ordenamiento, aprobado hace casi medio año en la Asamblea Nacional?

¿Para cuándo una tasa de cambio oficial y realista del peso cubano frente al dólar y el euro, que contribuya a detener el empobrecimiento de la mayoría de los cubanos?

Serpentina para las glorietas. La nueva norma reconoce el derecho de los periodistas a preservar el anonimato de sus fuentes. Parece que la devaluada Seguridad del Estado no se ha enterado porque sigue gardeando a presión a funcionarios y empleados civiles que dan informaciones a la prensa independiente. Para la prensa nacional no vale porque eso viene por la canalita de la Tribuna antiimperialista.

La nueva Ley de Comunicación Social es el complemento perfecto al endurecimiento del Código Penal y las elevadas sentencias contra cubanos que protestan por el descampado en que el comunismo de compadres ha convertido al país, regido por aquel apotegma castrista soltado en un congreso de la inservible UPEC: Un médico se equivoca, pero entierra su error; un juez yerra, pero encarcela su fallo; cuando un periodista se equivoca, se entera todo el mundo. ¡Azúcar!

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