LA HABANA AMANECIÓ EN APAGÓN, LA CRISIS ARRECIA

Por Anette Espinosa ()

La Habana.- La capital cubana amaneció apagada en casi su totalidad este jueves por los problemas de generación que tiene el país, luego de una noche en la que la mayoría de sus casi dos millones de habitantes sintieron lo que es dormir sin fluido eléctrico.

«Mi hija se acostó sin corriente y se despertó sin corriente. Irá a la escuela después de las nueve de la mañana… si va», destacó a El Vigía de Cuba una madre que se queja por la falta de corriente eléctrica.

Mientras, una nota de la Empresa Eléctrica publicada en la red social Facebook dice que «como consecuencia de la mínima disponibilidad en la generación base del Sistema Eléctrico Nacional no se ha podido suplir la demanda, por lo que fue necesario extender los horarios en las afectaciones previstas, así como el orden de los bloques previamente informados».

Además, agrega que «en este momento se encuentran afectados los clientes asociados a los bloques #1 y 2 hasta las 9am, de 9 am hasta las 12 pm se afectarán los bloques #3 y #4 y de 12 pm a 3 pm se rota la afectación a los bloques #1 y #2, así como a los bloques #3 y # 4 de 3 pm a 6 pm», algo que los habaneros no entienden muy bien, porque muchos no saben ni a qué circuito pertenecen.

Hasta ahora, los habaneros han estado protegidos contra los enormes apagones que sufren los habitantes del resto del país, en algunos lugares de hasta 22 y 23 horas, con pequeños alumbrones de una hora o un poco más.

En la capital, por decisión gubernamental y con el argumento de que allí se encuentran los principales hospitales y las embajadas, los apagones apenas se extendían a unas horas del día, aunque esos no son los motivos reales, o no todos.

Los gobernantes saben que una protesta masiva en la capital no la podrán controlar como han hecho en Nuevitas, Santiago de Cuba o algunos de los poblados de Cienfuegos y tratan de mantener contentos a los habaneros, porque saben que si la capital se les va de la mano no tendrán otra opción que dejar el poder y abandonar la buena vida que llevan a costa de un pueblo sometido.

Esas supuestas bondades que viven los capitalinos las pagan los del interior que ya solo no tienen corriente, sino tampoco combustible para cocinar, qué comer, transporte, medicamentos ni todo eso que un ser humano necesita para llevar una vida digna.

El cerco sobre el gobierno cubano se aprieta cada vez más, a pesar de la presencia constante del impuesto presidente en diferentes lugares del país con la intención de llevarles alguna esperanza a la población, pero lo cierto es que ya Cuba no puede más.

Aunque los gobernantes quieran disimularlo, su gobierno hace tiempo se cayó y solo se mantiene en pie por los mecanismos de represión que emplean y a lo cual dedican la mayor parte de los recursos.

Lo de los apagones en la capital puede marcar un antes y un después en la suerte final del régimen de los Castro en Cuba.