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La guerra perdida de las ciberclarias

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.Por Luis Alberto Ramirez ()

Miami.- En una respuesta a un artículo mío una ciberclaria me interpeló en Facebook y usó una dialéctica ya gastada en ellas, pero que no confunden a nadie (claro a nadie con dos dedos de frente) Comenzó a acusar a Estados Unidos de la bomba de Hiroshima, de que en EEUU esto que si lo otro, que los gringos son así, que el capitalismo es el culpable etc.

Sin embargo, ni siquiera le pasa por la cabeza que un gobierno que justifica sus desmanes, abusos y errores culpando a Estados Unidos, no avanza, no evoluciona ni mejora. Es como si tu novia te traicionara y, en lugar de enfrentar el problema, tú fueras a la embajada americana más cercana a tirarle piedras.

Absurdo, incoherente y completamente inútil. Esa es la lógica que aplica el régimen cubano con su ejército de ciberclarias cada vez que la realidad en las redes lo acorrala: el culpable nunca está en Cuba, siempre está a 90 millas.

No importa si se trata del colapso económico, la falta de libertades, la corrupción estatal o las malas decisiones internas; siempre hay un “bloqueo” o una conspiración extranjera que sirve de cortina de humo. Y cuando eso no basta, sacan del bolsillo los errores históricos de Estados Unidos, la guerra del Pacífico, Vietnam, Hiroshima y Nagasaki, como si las fallas ajenas excusaran las propias. Es el equivalente político del niño regañado que responde: “¡Pero él también lo hizo!”.

Un país no progresa viviendo del pasado como si fuera un arique atado a sus raíces, ni señalando culpas ajenas. El progreso llega cuando se asume la responsabilidad de gobernar, se reconocen los errores y se trabaja para corregirlos.

Lo demás es propaganda, victimismo y un ejercicio perpetuo de autoengaño. Mientras el régimen siga usando a sus clarias con argumentos infantiles para justificar sus fechorías, seguirá siendo incapaz de ofrecerle un futuro digno a su propio pueblo. Así que les recomiendo que cambien el guion, porque a nadie confunden.

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