LA ESTAFA CON BIGOTES

Por Manuel Viera

La Habana.- Resulta preocupante el nivel de estafa existente hoy en nuestras calles sin que nadie le ponga freno. En el último mes, me estafaron dos veces al venderme claria como pescado de primera calidad. En la segunda oportunidad, me puse pesado para recuperar mis cinco mil pesos.

Ayer estafaron a un amigo con el mismo método y casi todos los días me entero de algún nuevo caso. Entro a los grupos de Facebook y whatsapp y están llenos de ofertas de róbalo y pargo; en casi la totalidad de ellos, es claria.

Este pescado se coge en presas, ríos sucios o se compra en establecimientos estatales por 400 pesos la libra. La limpian bien y preparan unos filetes hermosos que meten en unos paquetes de nylon de dos libras y te la ofertan como «róbalo» a 1 200 pesos, es decir,  2 400 cada paquete, obteniendo una ganancia de 800-900 pesos en cada libra. Jugoso «negocio».

Cuando el vendedor da la vuelta y se va, descubres la estafa. Son especialistas en hacerte creer que son angelitos caídos del cielo llegados desde Pinar del Rio o Matanzas. Lo que terminó de desconcertarme es que al amigo que estafaron ayer, la mujer le ofreció carne de «venado», y si no eres un experto te será difícil saber si el venado saltaba, chillaba, ladraba o maullaba. Probablemente te comas el pitbull o el rottweiler del vecino.

La escasez nos lleva a comprar en las calles ante la falta de ofertas donde se supone que deberíamos comprar con seguridad, sin embargo, mi consejo es probar la compra antes de irse el vendedor, incluso, le des a probar.

Al último que intentó estafarme le hice comerse un filete de claria muy mal cocinado a propósito y con un sabor a tierra horrible. Tampoco estamos obligados a respetar a un estafador, de hecho, podemos podemos denunciarlo, aunque desgraciadamente casi siempre terminan pasándole la mano en los TMP e imponiéndoles una multa como premio. A las autoridades cubanas las exhorto a proteger al pueblo indefenso y hambriento que no encuentra opciones para alimentarse. Deben tomar medidas severas contra esto que es cada día más frecuente y los invito a aplicar las leyes con todo su peso, como si en vez de un estafador se tratara de un opositor que ha gritado Patria y Vida en pleno boulevard.