Miami.- Así nos dice un viejo refrán que recordé cuando escuché el anuncio del Presidente Biden de retirarse de la contienda presidencial, y endosar a su vicepresidenta Kamala Harris.
Si Biden representaba un peligro para esta nación, en mi opinión, Harris representa un peligro mayor. Su cuestionable historial y su clara inclinación a la izquierda me aterran; su presidencia sería nefasta no solo para el futuro de América, sino del planeta.
Quizás muchos piensen que exagero, a esos, les recomiendo que revisen su historial, desde sus inicios en San Francisco.
Otros pensarán que sobreestimo sus posibilidades, a esos, les recuerdo que existen poderosos intereses a los que les preocupa el daño que les traería las políticas del proyecto “MAGA”, a lo cuál se sumará la poderosa e influyente izquierda solapada de nuestros medios informativos, culturales y artísticos. Solo en las primeras horas del anuncio, la risueña Kamala recaudó cerca de 50 millones de dólares.
No creo que Kamala Harris tenga el carisma y la popularidad necesarias para ganar esta elección, pero si a lo antes señalado, sumamos aquellos que “no les gusta Donald Trump”, podríamos tener un problema.
A estos últimos les digo que a mí tampoco me gustan muchos aspectos de la personalidad de Donald Trump, sin embargo, he votado por él en las dos contiendas anteriores y pienso hacerlo nuevamente, porque más allá de la personalidad del candidato republicano, está el importante proyecto de “hacer América grande nuevamente” y es necesario anteponer el futuro de esta nación a cualquier criterio personal.
Parafraseando el ruego que muchos hacían en Europa, ante la amenaza de los terribles vikingos, hoy pido: «de la risita cínica de Kamala, líbranos, Señor».