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Por Yoyo Malagón ()
Sevilla.- La final de la Copa del Rey, prevista para este sábado en el estadio La Cartuja, de esta ciudad, está en veremos, porque el Real Madrid se ha plantado de pronto y hay dudas sobre la posibilidad de que el equipo salte a la cancha en 24 horas.
A la cúpula blanca no le sentó nada bien la rueda de prensa de los árbitros que actuarán en la final, Ricardo de Burgos Bengoechea (Principal) y Pablo González Fuertes (VAR) y suspendió el entrenamiento del equipo y la rueda de prensa de Ancelotti y un jugador.
Poco después, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) anunció en un comunicado la decisión de Florentino Pérez y su junta directiva.
«El Real Madrid CF ha comunicado a la RFEF que no llevará a cabo la rueda de prensa ni el entrenamiento oficial previo a la final de la Copa Del Rey programado para hoy en el estadio La Cartuja de Sevilla»., decía.
Mientras, comienzan a correr rumores sobre la posible ausencia del Real Madrid en la final, no solo por las molestias por las declaraciones de los árbitros designados para la final, sino por la propia designación, que en el Santiago Bernabéu consideran manipulada para perjudicar al Madrid.
El Madrid señaló, sobre todo, a De Burgos Bengoechea, a través de Real Madrid TV, y cuestionó al Comité Técnico de Árbitros por haberlo escogido, a pesar de que, siendo árbitro internacional desde 2018, ni UEFA ni FIFA lo escogieron jamás para partidos internacionales.
De Burgos Bengoechea derramó alguna lágrima al final de la rueda de prensa y dijo que no le sienta bien que los amigos de su hijo le digan que su padre es un ladrón, en referencia a las constantes acusaciones del Real Madrid a través de su televisión.
El Madrid apela a jugadas clarísimas en cada uno de los partidos en los que ha arbitrado de Burgos Bengoechea, sin embargo su postura en la rueda de prensa parece no haberle agradado mucho al Madrid, encaprichado en cambiar la estructura y los métodos del ComitéTécnico Arbitral.
Tampoco sentó nada bien la actitud amenazadora de González Fuertes, quien habló de ir más allá en defensa de los árbitros, incluso en defensa del titular del CTA, Luis Medina Cantalejo, otro al que el Madrid le tiene el dedo bajado desde hace mucho tiempo.
En el Madrid creen que tanto Medina Cantalejo, como el jefe del VAR, Clos Gómez, no deben permanecer en sus puestos por su vínculo con el Caso Negreira, un entramado de corrupción que investiga la Fiscalía.
El Caso Negreira estalló a principios de 2023, cuando se conoció que el Fútbol Club Barcelona pagó más de 8.3 millones de dólares, durante 17 años, al segundo de los árbitros, José María Enríquez Negreira.
En su prímera y única declaración, ante la agencia tributaria, Negreira dijo que el Barcelona le pagaba para buscar una supuesta imparcialidad. Luego, las versiones cambiaron y se habló de informes y otras cosas.
Por cierto, el Barcelona suspendió los pagos cuando Enríquez Negreira dejó de ser el vicepresidente arbitral.
El Madrid se presentó como parte acusadora en la investigación.