
Newsletter Subscribe
Enter your email address below and subscribe to our newsletter
Por Pucho Oroza ()
A propósito de la exaltación al Salón de la Fama del Basket Mundial FIBA de la estelarísima Leonor Borrell, sin dudas la más destacada atleta de nuestro país en el baloncesto femenino. Hay que recordar también a su hermano, el extraclase Lázaro Borrell, quien es uno de los dos cubanos en la historia en haber jugado en el Mejor Basket del Mundo, la NBA. Junto al gran Andrés Guibert, Lázaro es destacado.
Guibert fue el pionero y quien más minutos ha podido disputar. Mientras que Borrell jugó menos tiempo. Sin embargo, pudo ser titular de su equipo y disputar, incluso, play off. Ambos elevaron el listón, tanto que por una causa u otra no han podido llegar más nacidos en la Isla.
Andrés, pívot de los equipos Capitalinos, abandonó el equipo nacional en el Centrobasket de 1993 en Ponce. Firmó con los Minnesota Timberwolves, con los cuales jugó en dos temporadas. En su llegada disputó apenas cinco partidos en la temporada 1993-1994, unos 33 minutos, pues llegó cuando esta estaba terminando. No obstante, registró 15 puntos y 16 rebotes.
En la siguiente campaña, 1994-1995, tuvo una mayor participación, aunque no como parte del quinteto regular. En total contabilizó 167 minutos en 17 partidos. Dejó marcas de 45 puntos, además de sumar 45 rebotes y 8 balones robados en la defensa.
En total disputó en 22 partidos, unos 200 minutos, con 60 puntos, 61 rebotes, 2 tapones y 12 asistencias. En 67 tiros de campo encestó 22, falló cuatro veces en intentos desde los tres puntos. Desde la zona de libre tuvo 16 encestes de 25. Robó 8 balones y perdió 18, con 35 faltas cometidas y una eficiencia de 71. En 1995, fue elegido en la tercera ronda del draft por los Toronto Raptors. Sin embargo, lo liberaron antes del comienzo de la campaña.
Luego fue el turno para Lázaro Borrell, el villaclareño, campeón del Centrobasket con Cuba. Dejó la Selección en el preolímpico de Puerto Rico de 1999, buscando el sueño de la NBA. Ese mismo año firmó con los Seattle Superonics. Su paso fue efímero, disputó en 17 partidos. Aunque 6 veces inició como titular, disputando en general 167 minutos.
Anotó 62 puntos, con 40 rebotes, 3 bloqueos y 10 asistencias. Tuvo efectividad de 28/63 en tiros de campo, 0/3 en triples y 6/11 en libres, robó y perdió 6 balones con 9 faltas cometidas. En temporada regular promedió 10 minutos, 3.6 puntos y 2.4 rebotes y tuvo una eficiencia de 75.
Ese año los Supersonics disputaron el play off frente a Utah Jazz y Borrell tuvo el privilegio de poder jugar, siendo el único cubano en esta instancia. En la postemporada, jugó 2 partidos, ninguno como titular, en 26 minutos, anotó 10 puntos con 11 rebotes y una asistencia. Sus promedios fueron de 13 minutos por partidos, 5 puntos, 5.5 rebotes y 0.5 asistencias.
En la siguiente campaña, aunque fue colocado por los Knicks de New York en su nómina, no integró el listado final.
La historia está para ser contada, Guibert y Lázaro son los dos únicos cubanos en haber tenido minutos en la NBA. Una historia bonita, además, para redondear el desempeño de los dos hermanos Borrell, quienes son parte de la historia del baloncesto en Cuba.