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ESCLAVITUD MODERNA EN BRASIL POR EMPRESARIOS CHINOS… ¿Y LOS CUBANOS?

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Por Anette Espinosa ()
La Habana.- Varias agencias de noticia se hicieron eco hace unas horas de una operación de las autoridades federales de Brasil para liberar a 163 chinos que trabajaban en el país en condiciones de esclavitud, en una fábrica de la automotriz BYD.
Los chinos, que fueron contratados en su país y traídos a Brasil, vivían en condiciones infrahumanas: ocho baños para 600 trabajadores, no tenían donde guardar los alimentos, ni comerlos, al extremo de que debían hacerlo sobre las propias camas, además de que los contratistas le retenían un cuarenta por ciento del salario.

https://elvigiadecuba.com/index.php/2024/12/23/rescatan-en-brasil-a-163-obreros-chinos-en-condiciones-de-esclavitud-en-las-obras-de-byd/

Por si eso fuera poco, si se iban, no tenían garantizado el retorno a China y debían reponer el monto total del pasaje aéreo hasta Brasil. Aunque abandonar el lugar y conseguir retornar a su país era una tarea titánica, porque «los dueños», violando todas las normas internacionales, les retenían los pasaportes. Vaya, que todo lo tenían amarrado.
Pero los de BYD fueron descubiertos, los obreros chinos rescatados y ahora se abrió un proceso a través del cual los tribunales decidirán las multas que le imponen al referido fabricante de autos, perteneciente al Grupo Jinjiang, y que levantaba una obra para la construcción de la fábrica en Camaçari.
Hasta ahí todo está bien, pero yo siempre asocio estas cosas que ocurren en el mundo con las de Cuba y al final encuentro tantos paralelismos que muy bien pudiera acusar al gobierno cubano de esclavitud moderna, tal como hacen los brasileños con los chinos.
Para poner un ejemplo, elocuente: todos los cubanos que salen al exterior en misiones oficiales, médicos, entrenadores, deportistas, personal especializado, en cuanto arriban al país de destino tienen la obligación de entregar sus pasaportes al que va al frente o al representante de la embajada que los va a recibir.
A los médicos, en algunos países, les hacen documentos de identidad alternativos, y en otros tienen que llevar una fotocopia del pasaporte. Los deportistas se tienen que conformar con la credencial del evento. Incluso, la mayoría de lo que han desertado, lo han hecho sin pasaporte, o con uno propio. Y eso en los últimos tiempos, porque hace poco más de una década, cuando esos documentos solo se sacaban por el gobierno, era casi imposible.
No es la retención de los documentos la única violación. El gobierno cubano negocia los salarios de sus profesionales fuera. Se queda con una tajada importante del salario y solo les entrega una mínima parte, de las cuales cobran una pequeña cantidad en Cuba al retorno, en tarjetas creadas para estos casos, y muchas veces en la moneda que impone la dictadura castro-canel.
Médicos internacionalistas cubanos: esclavos solo del amor por los demás › Mundo › Granma - Órgano oficial del PCCEso pasó en el propio Brasil, ocurre en Venezuela, ocurrió en Bolivia, Guatemala, en África, y no dudo que también sea así con las misiones médicas que están en México. Porque lo de los médicos cubanos es tan esclavitud como lo de los obreros chinos de BYD, que fueron rescatados por el gobierno federal brasileño.
El mundo está al tanto de lo que ocurre en Cuba y en varios foros internacionales, políticos de muchas partes del mundo se han hecho eco de esa situación, pero Cuba siempre hizo oídos sordos, porque a la dictadura castrista sólo le interesó que entrara dinero a sus cuentas, y nada más.
Pasaportes retenidos, pago de solo una parte del salario e incautación de otra, y encima de eso, condiciones de trabajo infrahumanas: escasa alimentación, mala, pésimo alojamiento, agua sin tratar para beber, falta de lugares dónde dormir… lo mismo que ocurre en Cuba, donde el que hace trabajo duro tiene que exprimirse como un esclavo, y da lo mismo que sea constructor que campesino.
Los guajiros cubanos, en su inmensa mayoría, trabajan el campo con bueyes o caballos, sin las más elementales condiciones. Los que tienen que albergarse para trabajar lo hacen en peores condiciones que los chinos de BYD, y el gobierno cubano no dice ni hace nada, porque es juez y parte en el asunto, como en todo. El violador es él gobierno, el que retiene el salario, no crea condiciones, explota. No hay a quien acusar.
Y esto pasa con los maestros, los médicos, y ha pasado hasta con periodistas. No podemos olvidar que hace poco más de un año, ante la escasez de personal de prensa en La Habana, trajeron graduados del interior del país, los albergaron como perros en cualquier lugar, con pésima alimentación, en camas que parecían para torturas, y, al final, todos -o la casi totalidad- terminaron regresando a sus lugares de origen.
Cuando hablamos de derechos humanos violados, hay que incluir estos casos. Y no olvidar que, entre otros derechos del hombre, como especie, está el del trabajo, y también el de tener un salario que le alcance para vivir, recrearse, alimentarse adecuadamente y darle una vida digna a su familia.
Todo lo demás es cuento de camino. Por suerte, hay lugares donde aún estás cosas se vigilan y aunque tal vez no sea Brasil el mejor ejemplo, al menos con los chinos esclavizados por BYD dieron el ejemplo. En Cuba nadie hará nada y los cubanos seguiremos como esclavos, casi como eran los haitianos en las tierras de Ángel Castro en sus fincas de Birán, una experiencia seguida a la perfección por sus diabólicos hijos.

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