El problema

Por Tania Tasé ()

Todos los cubanos, incluso los que apoyan a los tiranos, sentimos que algo tiene que cambiar. Nadie está feliz con el estado actual.

Todos estamos más o menos conscientes de que la situación humanitaria ha llegado a un punto de no retorno y de que quienes se autoeligieron y autoproclamaron gobernantes de la República de Cuba solo han logrado un #EstadoFallido. Son absolutamente incapaces de resolver el más mínimo problema de los ciudadanos.

Y ellos saben que nosotros sabemos. Y hay que hacer «algo».

El problema es que todos estamos esperando que ese «algo» lo hagan otros. Algunos no queremos esperar más. Queremos actuar.

Hay muchos cubanos dentro y fuera de la isla que hacen mucho. Pero lo que hagamos unos y otros, cada uno separado por una frontera de mar y protagonismo, no tiene absolutamente ninguna utilidad si no lo hacemos JUNTOS.

Es la hora de hacer

Esta iniciativa de crear un movimiento de protesta global fue provocada por gritos de auxilio desde dentro de Cuba. Los de afuera tenemos que movilizarnos, y los de adentro tienen que salir del modo queja y ponerse en modo acción, porque son ustedes los que están muriendo. Por decenas, por cientos, por miles. En una magnitud nunca vista antes y de la que no se puede prever el fin. Yo me atrevo a decir que el momento de ponerle fin a tanto dolor y a la pérdida de tantas vidas es justamente el minuto en que cada cual empiece a obrar desde donde esté y por los medios a su alcance.

Cada vez será menos lo que podamos hacer los que estamos lejos, si quienes mueren o sobreviven en la isla-cárcel no toman su destino en sus manos. Y esto no es drama. Si me estás leyendo es porque tienes cuenta en esta red social. Actualiza tu perfil con un #SOSCuba. Pon un cartel con ese mensaje en tu puerta, tu ventana o tu pared. Haz un vídeo pequeño y súbelo con ese hashtag. Y cualquier otra acción PACÍFICA que se te ocurra.

A los cubanos en Alemania, reitero la convocatoria para este sábado a las 14 horas en Potsdamer Platz. Exactamente en el lugar donde están los restos del Muro de Berlín. Traigan carteles, banderas, micrófonos, bocinas, lo que sea; pero, sobre todas las cosas, traigan las ganas, la esperanza y la fe de que esos monstruos no serán eternos y de que podemos, todos JUNTOS, acabar con ellos.

A los cubanos en Estados Unidos: ahí tienen dos opciones. Ya los cubanos en Italia protestaron el sábado pasado.

¡Hagamos ALGO!