Matanzas.- La gente tiene derecho a ser feliz. Yo escribo una cantidad de mierda que para qué, pero sé, en tanta literatura catalogada en oficio, qué es ser poeta y escritor. No se me ocurriría sacar un poemario.
Discriminar cuando no se cumple el canon es durísimo. Elijo en los post que me detengo. Dejo al mundo otras lecturas que no hago. En ello va la felicidad. El principio de toda felicidad, en poder elegir.
¿Que le puede molestar a usted lo cursi, lo cheo, la baba, la carga en mensajes sobre un día nombrado del amor? La única libertad real del individuo es poder elegir.
Elija el scroll, elija cambiar su feed para que no le salgan tarjetas de Cohello (no sé si así se escribe), poemas mal escritos, corazones, mensajes babosos de gente amándose, canciones dedicadas, sintaxis simples y poco elaboradas.
Elija. Elija en su libertad no exponer un sentimiento desde lo que usted cree simple o trivial. También respete la libertad del otro. Sanar uno mismo (sanar una nación) comienza por entender el derecho a elegir que tenemos todos. Ese derecho en ser y manifestarnos desde nuestra singular naturaleza, siempre que no hagamos daño al otro. Eso también es amor.